Agencia Reforma
2016-10-13Ciudad de México— Vanidoso, "vampírico" y convertido en un torrente de palabras llenas de humor e ironía fue como se mostró Miguel Bosé en la conferencia que ofreció ayer para presentar el álbum Bosé Unplugged.
"Estoy en un año de autoestima... Cuando tomo las cosas y se me caen, otro diría que se le caen, yo digo que estoy tan fuerte que las rompo", bromeó el cantautor.
De acuerdo con el artista español, tuvo que pisar terrenos desconocidos e inhóspitos al producir el CD y DVD en que él y sus invitados cantan sus temas clásicos en versión "desenchufada".
"Para mí, lo confieso, era un mundo bastante lejano. Porque mi producción no es acústica, jamás ha sido acústica.
"Yo soy de computadoras. Mi producción son programas, plugins, bibliotecas para fabricar sonidos. Era un mundo que yo no dominaba", aseguró.
El proyecto se concretó más de 20 años después del primer acercamiento que MTV tuvo con Bosé para realizar un disco bajo este concepto.
Fue en 1993, cuando grabó Bajo el Signo de Caín, que por cuestiones de agenda no pudo grabarlo y la historia se repitió en el 2001, cuando presentó el álbum Sereno, que tampoco se concretó la idea.
Ahora, acompañado por Sasha Sökol, Benny Ibarra, Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, Pablo Alborán, Marco Antonio Solís, Juanes, Fonseca y Álex González y Sergio Vallín (de Maná), el intérprete, de 60 años, realizó un viaje por su historial sonoro.
"A mí me ha pillado este continente (el americano), no sé por qué. Pero he ayudado mucho a promocionar a la gente de este continente desde hace muchos años", comentó.
Y es que, de su lista de invitados, resaltó el hecho de que Alborán es el único español presente en el disco, aunque dejó abierta la puerta para trabajar con nuevos talentos de su país.