Brisa Frías
El Diario
Con años inmerso en el quehacer teatral como actor, director y dramaturgo, con premios y reconocimientos en las repisas, y una trayectoria que involucra riesgos tanto creativos como personales, Antonio Zúñiga regresó de España cargado de experiencia y aprendizaje.
Hasta el municipio de Tárrega viajó junto a seis actores de la compañía Carretera 45 para instalarse durante dos meses e iniciar un proceso creativo que involucró no sólo a los histriones, sino a gente de la comunidad, para finalmente presentar un montaje en el Fira Tárrega, el festival de teatro de calle más importante de España.
Al renombrado evento –también mercado internacional de las artes escénicas– el parralense formado en Ciudad Juárez y asentado en la Ciudad de México fue invitado por Jordi Durán, director de Fira Tárrega.
La idea, dijo Antonio en entrevista, era presentar algo similar a lo que hace su compañía en la Colonia Obrera, la cual orienta muchos de sus productos a la gente del barrio, con historias y dispositivos escénicos que les son propios.
“Era importante que realmente se cumpliera el objetivo de convivir y hacer un espectáculo con ellos, con la gente del pueblo. Era pieza fundamental que hiciéramos vínculo real”, expresó Zúñiga.
Ya con este planteamiento, todo un reto al tener que montar una obra con personas de distinta cultura, Toño y su equipo se pusieron a trabajar.
Algo de mí, algo de ti
El dramaturgo hizo frente al reto tomando una vereda difícil: hacer teatro convencional dentro de un festival que por su naturaleza (de calle) permite la concepción de otro tipo de espectáculos.
“Opté por lo más difícil. Dije ‘vamos a utilizar un texto que yo voy a escribir, a localizar un espacio y a utilizar espectacularidad’. No somos acróbatas, así que apostamos por la palabra, por el texto, optamos por lo convencional en un espacio no convencional y eso les pareció innovador”.
Fue así que ‘Algo de mí, algo de ti’ se presentó en Fira Tárrega el 10 y 11 de septiembre, teniendo a la plaza San Antonio como escenario y a 800 personas por público en ambas funciones.
“Para mí fue realmente un aprendizaje, un parteaguas en mi vida. Me la pasé jugando, divertido, enamorado y lo que hice con la gente fue hacer cosas absolutamente sencillas: de una ventana caía una gran tela, saltaban chinchilagua como se hace en Parral, jugaron, cantaron y terminó siendo muy rico, un dispositivo absolutamente artesanal”, agregó.
‘Algo de mí, algo de ti’ terminó siendo una propuesta espontánea, sencilla, entrañable. Una pieza que trató el tema de la tolerancia y la diversidad, y que hizo que al final los espectadores se abrazaran y besaran.
Para lograrlo, Toño tuvo que hacer de todo. Desde convencer a un grupo de vecinos de que formaran parte de la obra, hasta pulir el trabajo de exigencia actoral que ya caracteriza a Carretera 45.
“El reto era cómo hacer que el pueblo siguiera siendo pueblo, que no actuara, y que los actores mantuvieran la exigencia representacional siempre”.
Tras dos meses de trabajo el resultado superó a lo esperado, lo que ahora mueve a Antonio Zúñiga a crear algo semejante en su natal Chihuahua.
“Me provoca la idea de pensar que el teatro lo puede hacer cualquiera y la era de la sofisticación estética donde el teatro tiene la perfección técnica, estilística, es una era superada porque lo que importa ahora es crear un vínculo real, humano, entre los artistas y los participantes que no son artistas, y ambos seguir provocando la creación de ficciones, de historia, de dispositivos que son totalmente incluyentes”, concluyó.
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