Espectaculos

Adiós a las grandes giras de Rush

Agencias

2015-07-03

Nueva York– Promocionado como el último viaje a gran escala de Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart con el título ‘R40’, la última gran gira de Rush se trata de un paseo en el tiempo en reversa. Visitan casi toda su discografía desde ‘Clockwork Angels’ (2012), hasta el rústico primer título timbrado en 1974.
Dividido en dos sets, el trío deja en segundo plano la espectacularidad habitual de sus montajes -aunque igual caben bombazos, rayos láser y llamaradas-, para concentrar el espectáculo más que nunca en la interpretación y los detalles que sus fanáticos atesoran al borde de la ñoñez. Solo al seguidor de Rush le interesan las marcas y modelos de instrumentos, y en ese ítem la gira es un gozo.
Con 18 mil boletos vendidos, Rush arrancó con la velada con ‘The Anarchist’. Desde el primer segundo el sonido rondó la perfección y considerable volumen. La guitarra de Alex Lifeson quedó suspendida en un riff voluminoso y la gente levantó brazos y vasos, como si saludaran a un comandante dando orden de combate.
Con la máquina del tiempo en marcha, Rush siguió canciones como ‘Headlong Flight’, incluyendo un breve y mortífero solo de batería, y el instrumental ‘The Main Monkey Business’.  El remate llegó con ‘Losing It’, una crepuscular composición sobre el paso del tiempo y la pérdida de facultades, y el himno synth rock de los desadaptados, ‘Subdivisions’.
Con los últimos acordes de ‘Garden Road’, corte de los inicios que nunca grabaron, Rush dijo adiós y no se trataría de una treta publicitaria. “Todo termina el 1 de agosto (la última fecha en Los Angeles.). Los muchachos están cansados y Neil quiere estar con su hija”, comentó por la tarde Pegi Cecconi, ejecutiva del management del trío. No descarta nuevos discos pero si las giras planetarias.
También pesa la opinión de las familias después de 40 años. “Ahora que se van a retirar, queremos gozar a los nietos y viajar”, es el deseo de Charlene, la esposa del guitarrista.
En el escenario, los achaques de Alex Lifeson y Neil Peart (artritis y tendinitis respectivamente) desaparecen, mientras Geddy Lee aún corre, salta y canta como si deseara conquistar al mundo. Con Rush el tiempo aún puede detenerse.

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