Espectaculos

Marca ‘The Forger’ su regreso

Agencias

2015-05-24

Toronto— Hace tiempo que no entrevistábamos a John Travolta. De hecho, él mismo había dejado de dar entrevistas desde que falleció su hijo Jett en 2009. Pero, como dicen en Hollywood: ‘El show debe continuar’. Y con la vuelta al cine, gracias a la película ‘The Forger’, John nos recibió especialmente en Toronto con la misma sonrisa y cordialidad de siempre, dispuesto a hablar de la familia... y el cine.En 2014 se cumplieron 20 años desde el estreno de ‘Pulp Fiction’ pero en 2016 viene el 25 aniversario de bodas con Kelly Preston. ¿Estás preparado para el gran festejo?
En verdad son dos festejos, el 5 de septiembre cuando nos casamos en París y la boda en Daytona Beach, en Florida, que fue el 13.

¿Cuál es el secreto de una larga relación en Hollywood?
Dios, es una pregunta muy cargada...

¿Y la respuesta también lo va a ser?
Yo diría que los hijos ayudan. Los hijos son un gran factor de motivación para mantener el matrimonio. Pero honestamente, después de los primeros años de una relación, si no generas algo, tampoco va a existir por sí solo. Hay que alimentar la relación, porque, si dejas que todo siga como por arte de magia, también puede llegar a desaparecer con la misma magia. Ésa es mi opinión. Creo que la gente abandona radicalmente  las relaciones. No sé por qué lo hacen, pero lo hacen. Toco madera, pero nosotros no lo hicimos todavía.

Como bien cuenta John Travolta, se casó dos veces con la actriz Kelly Preston... por necesidad. La boda en París del 5 de septiembre había sido celebrada en el Hotel de Crillon, por un ministro francés de la iglesia de cienciología que no era considerada válida para las leyes de Estados Unidos, por haber sido fuera del país. Y es por eso que necesitaron la segunda ceremonia legal del 13 de septiembre, en Daytona Beach, dentro de Estados Unidos. Ella había tenido otra relación antes, con George Clooney, cuando le regaló el famoso cerdito Max y también estuvo comprometida con Charlie Sheen. Kelly, incluso, ya había estado casada con el actor Kevin Gage, pero se había divorciado en 1987, cuando conoció a John Travolta, en el momento en que juntos filmaron la película The Experts. Pero el noviazgo comenzó recién tres años después con el matrimonio que consiguió los tres mejores factores para mantener la relación: sus hijos Jeff, Ella y Benjamin. También unió más a la familia la tragedia del hijo mayor Jeff, cuando falleció al golpear su cabeza en la bañera, en medio de las fiestas de fin de año en las Bahamas. Cinco años después, la familia sigue más unida que nunca. Y John Travolta sigue tan famoso como siempre.

Pasaron 20 años desde el estreno de ‘Pulp Fiction’ y la gente sentía que John Travolta había “vuelto” finalmente al cine. ¿Dicen lo mismo ahora?
Yo me siento como una especie de atleta que cada temporada tiene una diferente forma de volver. A este punto de mi vida, ya no sé. El otro día, en otra entrevista, alguien me preguntó si después de haber filmado tantas películas todavía tengo que seguir con el cine. Y yo le contesté “Algo quiero hacer”. Le pregunté “¿Debería renunciar?”. Siento que tengo suerte de poder elegir las mejores películas por un tema de evolución. Me siento con suerte: es como un regalo que me dio Hollywood, que a mi edad pueda seguir haciendo cosas que realmente me inspiran y me emocionan, cuando no necesitaría hacerlo si no quiero.

¿Y qué lo llevó a volver a Hollywood, con una película como ‘The Forger’?
‘The Forger’ me parecía una historia original. Sentí que los personajes tenían el punto en común de no sentirse para nada arrepentidos de los crímenes que cometen, con una forma muy poco convencional de vivir en familia. Y me gustó.

Con tres generaciones de estrellas de Hollywood, la película cuenta con Christopher Plummer y Abigail Spencer, además de John Travolta, para relatar la historia de una familia de criminales, con un ladrón que sale de la cárcel para pasar más tiempo con su hijo, aunque él tiene que volver al crimen con su propio padre, para pagar la deuda de los que arreglaron su liberación.

¿Cómo describiría esta película con sus propias palabras?
Es una película muy original, porque aunque la definen como una película de estafa, no lo es: es una película sobre la relación entre un abuelo, un padre y un hijo con la estafa como escenografía.

¿Qué es lo que más le gustó de su personaje?
Lo complicado, el sufrimiento de ser un pintor fracasado que ahora tiene la oportunidad de dejar atrás su pasado para recuperar una verdadera relación con su hijo, haciendo lo mismo que lo había metido en problemas, falsificando obras de arte. Y me gustaron las diferentes facetas que tenía. Nunca antes lo había visto en el cine,

Si pudiera robar un cuadro famoso, ¿cuál elegiría?
Yo jamás robaría ningún cuadro. Ahora, si me ofrecieras un regalo, es diferente. Si pudiera pedir como regalo una obra de arte, aceptaría una pintura de Edward Hopper. Cualquier cuadro de él me encantaría tenerlo.

¿Sigue investigando al extremo a sus personajes de ficción?
A mi edad no hay tragedia en mi vida que ya necesite explorar. Para The Forger me preocupaba más la autenticidad de aparecer como alguien que sabe pintar, así que viajé a Hong Kong para tomar clases especiales con un instructor, además de otro en Estados Unidos. También viajé a Francia para hablar con un verdadero falsificador y con otro de Estados Unidos. Además, mi abuelo era pintor y mi padre me hacía pintar también, así que estudié un poco de acuarela hace unos años. Me gusta la pintura, pero también necesitaba sentir que estaba pintando si me estaban apuntando con un arma. Yo mismo empecé a pintar mi propio cuadro de Monet al principio del rodaje de The Forger, durante los ensayos y me llevó toda la película terminarlo.

¿Dónde quedó ese cuadro?
Tengo una foto en mi teléfono celular que puedo mostrarte. Pero lo bueno fue sentir la presión, porque en la película hay dos vidas en peligro y así es como tengo que pagar mi deuda. Por eso necesitaba sentir un poco de presión. La tragedia es algo con lo que estoy demasiado familiarizado y en ese sentido no tuve que investigar.

¿Hoy podría distinguir la diferencia entre un cuadro real y uno falsificado?
Cuando me encontré con el falsificador en Francia, en su época era muy famoso y él me planteó la misma pregunta... también me dijo que la mayoría de la gente no puede diferenciarlo, porque en su opinión, el 50% de las obras de arte ya están falsificadas. Y cuando le pregunté si él podía notar la diferencia, me dijo que sí. Le dije que yo también necesitaba aprender a saber la diferencia como él, para interpretar a alguien como él. Y me dijo: “La frecuencia de la estética es innegable cuando ves la realidad y lo sé porque es lo que trato de imitar y es algo que no puedo imitar en lo absoluto porque la frecuencia es indescriptible”. Esa definición resolvió por completo a mi personaje.

¿El trabajo también se hace más fácil con Christopher Plummer como su padre?
Uno mejora automáticamente al trabajar con grandes actores. Cuando Plummer me gritó, me puse a llorar con facilidad porque  sentí el poder de su realidad. Y en la escena donde mi hijo llora en mis brazos sentí también el poder de su realidad. Eso es lo que facilita cualquier actuación. La presencia de Christopher Plummer es tan fuerte que no necesité actuar. Sentí que me estaba retando como si tuviera doce años, con mi hijo viendo cómo me retaban... eso da todavía más vergüenza. Sólo los grandes lo logran.
 

X