Fernando Toledo
Agencia Reforma
Distrito Federal— Expertos en moda señalaron que el estilo de Angélica Rivera con sus dos prendas utilizadas en el primer día de la visita oficial del presidente Enrique Peña Nieto a Gran Bretaña cumplió con los protocolos.
En la cena de gala que les ofreció la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, la primera dama utilizó un vestido tipo columna en rojo, con capa incluida, de la casa italiana Valentino, con valor aproximado de 3 mil 300 dólares (más de 44 mil pesos).
“Creo que se ve muy bien. Es un modelo clásico aunque creo que faltó acinturarlo un poquito más, me parece bien el pelo recogido, el collar y los anillos”, expresó la coordinadora de moda Heidi Ruiz.
El joyero Daniel Burnstein opinó que el collar competía un poco con el atuendo, pero aprobó el vestido y el peinado.
A la cena acudieron también las hijas de la pareja presidencial, así como la actriz Salma Hayek con su marido François-Henri Pinault.
Antes, en la ceremonia de bienvenida al país, Rivera usó un diseño Alexander McQueen, valuado en 4 mil 500 dólares (unos 60 mil pesos) en la tienda Saks.
Se trata de un vestido abrigo en lana ligera, blanco, con corte tipo smoking y tablones en la falda, que acompañó con un sombrero modelo ‘fascinator’, de Angela Kelly, la misma marca que usa desde hace años la reina Isabel II.
También llevaba zapatos Prada en ante negro, altos, de horma italiana y anillo, bolsa pequeña tipo clutch, y accesorios de perlas (aretes y anillo, el cual colocó de manera original en el dedo índice).
“Creo que acertó en el corte y la silueta. Me encantó el abrigo en blanco, una gran tendencia de temporada, y la elección del tocado fue como una cortesía a los ingleses, que son fanáticos del sombrero, se le veía muy bien”, opinó el diseñador Guillermo León.
El diseñador Ernesto Hernández dijo que el peinado le restó sofisticación.
“El pelo debía ir recogido para el sombrero, siento que es demasiada cabellera para el atuendo y eso le resta sofisticación al conjunto”.
León añadió que sería deseable que la primera dama utilizara diseños nacionales para apoyar al país.
“Me gustaría seguir viéndola aparecer bella, pero dando un mensaje de apoyo a la industria de la moda en México, que necesita figuras como ella para afianzar su crecimiento”, argumentó el diseñador.