Espectaculos

Contra todo y contra todos

Mario Abner Colina
Agencia Reforma

2015-01-28

Nueva York— ‘Inquebrantable’, película dirigida por Angelina Jolie, es la historia de cómo una vida puede pasar por lo peor, sobrevivir y ser mejor.
La inspiración para la cinta, que está nominada a tres Premios Oscar (Fotografía, Mezcla y Edición de Sonido), fue Louis Zamperini, amigo de Jolie, quien murió en 2014 a los 97 años, tras décadas de haberse entregado a la fe cristiana.
“Pasé mucho tiempo convenciendo al estudio de que yo tenía las habilidades para llevar al cine una historia así”, admitió Jolie en entrevista.
Nacido en NY, hijo de inmigrantes italianos, cuando era niño, Louis robaba a vecinos y se alcoholizaba a escondidas. Acostumbrado a huir de la Policía, encaminó su juventud a otro rumbo. Se convirtió en atleta y participó en las Olimpiadas de Berlín de 1936.
La Segunda Guerra Mundial truncó sus sueños de acumular medallas y gloria. Fue tripulante de un bombardero estadounidense. Tras un accidente, sobrevivió 47 días a la deriva en una balsa en las aguas del Pacífico, atiborradas de tiburones.
Fue rescatado, pero por el enemigo, el Ejército nipón, que lo hizo prisionero en Japón. Víctima de abusos y humillaciones, permaneció allí hasta el final del conflicto.
“Es una historia universal sobre la fuerza del espíritu humano, venciendo dificultades, sobreponiéndose a lo imposible, entregándose a la fe”, consideró la también directora de ‘In the Land of Blood and Honey’.
La película, que narra la historia de Zamperini desde que era niño hasta su liberación en 1945, está basada en el libro homónimo de Laura Hillenbrand. Los laureados hermanos Coen se encargaron de hacer el guión.

El protagonista
El prácticamente desconocido Jack O’Connell dio vida a Zamperini mientras que el astro del rock japonés Miyavi debutó en el cine para encarnar al cabo Mutsuhiro Watanabe, criminal de guerra que atormentó a Louie hasta lo indecible.
“Hubo millones de casos como el de Zamperini, pero lo que separa el suyo del resto fue su capacidad para perdonar, para reconciliarse con sus captores”, opinó O’Connell.
Para mostrar a un Zamperini deportista y a otro sufriendo las penurias de la guerra, O’Connell tuvo primero que incrementar su masa muscular para luego bajar cerca de 10 kilos.
Miyavi, por su parte, para entrar en la mente del inestable Mutsuhiro, quien inventaba espeluznantes torturas con gran facilidad, prácticamente se volvió un autista en el set y no habló más que con Jolie.
“La violencia es algo que no soporto y en este papel tenía que ejercerla. Watanabe fue alguien brutal y el personaje alguien muy complicado”, dijo el músico.
Zamperini, quien regresó al Japón que tanto daño le había hecho en 1988 para cargar la antorcha en las Olimpiadas de Invierno en Nagano, no pudo ver el largometraje finalizado.
Sin embargo, cuando ya estaba postrado en la cama de un hospital, Angelina le mostró algunos minutos del filme con su computadora y, de acuerdo con ella, el hombre se puso feliz.

En los Oscar

Mejor Cinematografía
Mejor Edición de Sonido
Mejor Mezcla de Sonido

 

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