Fernando Aguilar
El Diario
Una tarde, la madre de Edgar Cavazos Morales recibió una llamada ‘sospechosa’ en su casa ubicada en el Valle de Juárez. Al levantar el auricular, una voz desconocida solicitó hablar con su hijo, que no estaba en casa. Temerosa, le preguntó después a Edgar qué estaba haciendo para recibir llamadas de ese tipo.
La respuesta a la pregunta de la señora Morales se habría encontrado dos semanas antes, cuando Cavazos había acudido a su primera audición en un hotel de Ciudad Juárez: el adolescente de 16 años iniciaba su trayectoria en el teatro musical, la cual, después de diez años, ha alcanzado Broadway y ya roza los grandes auditorios neoyorquinos.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Chihuahua en 2010, Edgar vive hoy en Nueva York, donde actualmente actúa al lado de personas provenientes de distintos países y acaba de terminar una temporada de ‘West Side Story’, en la que se desempeñó como parte del ensamble.
Esa puesta en escena explora la rivalidad entre dos pandillas de diferentes entornos culturales: los Sharks y los Jets. Los primeros son oriundos de Puerto Rico y los Jets, asiduos de perseguir a los Sharks, provienen de la cultura anglosajona.
El próximo año se acerca otro proyecto igual de importante para Edgar: ‘Confort Women’, un musical Off Broadway –término utilizado para clasificar las obras representadas en Nueva York pero fuera del circuito de Broadway– que ilustra el trato que recibieron miles de mujeres asiáticas por parte de fuerzas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.
“Conocí a un director que me invitó a audicionar para ese nuevo musical que está compuesto por puros asiáticos y yo como mexicano. Evidentemente, yo soy el único juarense que está como parte de la compañía y soy el capitán de danza. Este musical va a abrir en uno de los teatros más grandes en cuestión Off Broadway”, comenta.
El salto del vallejuarense hacia Broadway fue un proceso gradual, afirma Edgar. Antes de pasearse por Nueva York y después de audicionar a los 16 años en un hotel de Juárez, el actor tuvo la oportunidad de participar en ‘¡Qué Plantón!’, mientras todavía era estudiante.
Luego de actuar una temporada en ese musical y en otros que compañías de la ciudad organizaban, viajó al Distrito Federal en busca de profesionalizar su teatro.
Pero llegaron otras cosas. En la capital del país, recuerda, grabó un disco de género duranguense junto al grupo La Raza, y, posteriormente, participó en un episodio de una serie emitida por Televisa, antes de ser bailarín de Coca-Cola en 2010.
Ocho meses en el Distrito Federal y Edgar sintió la necesidad de regresar al principio.
“Me vine a Juárez con la idea de que todo mundo me iba a contratar y no. Era justamente cuando había una crisis de las peores y me fui a audicionar a la compañía El Paso Opera, donde me ofrecieron uno de los papeles principales del musical West Side Story por primera vez”.
Quienes hacían de Jets en la obra eran actores de Broadway, de modo que, como Edgar “siempre había anhelado estar en ese teatro”, permaneció un tiempo en la institución, y después se fue a Tulsa, Oklahoma, donde recibió entrenamiento de ballet durante poco tiempo. Eso antes de cambiar su residencia a más de 2 mil kilómetros de ahí.
“Me mudé a Nueva York porque tenía ganas de hacer teatro. Yo sabía que no era fácil, pero dije: me voy a buscar y a picar piedra igual que toda la gente. Dos meses después audicioné para una compañía llamada Revolución Latina. Tuve un entrenamiento de dos semanas en un workshop con puros maestros de Broadway y me invitaron a cantar en un evento de las Naciones Unidas”.
En un principio, la madre de Edgar Cavazos “creía que (la actuación) era como un juego” mientras el universitario concluía sus estudios, pero, en vista del desempeño que su hijo tiene en los teatros, ahora no deja de demostrarle su apoyo.
Y, como en el principio, de vez en cuando recibe llamadas telefónicas de números desconocidos, generalmente de Nueva York, cuando Cavazos habla para saludar.