Fernando Toledo
Agencia Reforma
Distrito Federal– Gisele Bündchen, la reina del modelaje que más factura en el mundo, alrededor de 42 millones de dólares al año, se define como una mujer de familia numerosa, ya que se crió con cinco hermanas y hoy tiene dos hijos con la estrella de futbol americano Tom Brady.
“Más que la moda y el glamour, lo que a mí me resulta más importante es mi familia. Aunque creo que las mujeres hoy pueden con todo", señala la rubia de 34 años, quien acaba de ser designada como el rostro del perfume Chanel No. 5.
Sin embargo, no olvida a su otra familia, el mundo de la moda, que la ha mantenido con triunfos durante 20 años.
“Me encanta representar a la mujer con muchas facetas; que son esposas, hermanas, pero que también están al frente de grandes empresas”, comentó la estrella, quien tiene un departamento en Boston y otro en Nueva York para estar cerca de su marido.
Recientemente, se le vio desfilando en una simulada protesta callejera en el desfile de Lagerfeld en París. “Considero que lo más preciado que tiene el ser humano es la libertad, así que sí, me declaro feminista en este sentido”, comentó quien además tiene la habilidad de saber administrar su fortuna.
Comparte que su padre le enseñó a hacer negocios y que se ha asesorado para invertir.
“Hoy tengo una línea de lencería, otra de cosméticos naturales y otra de sandalias, además de bienes raíces”, comenta quien además se manifiesta en contra de las personas que promueven la extrema delgadez.
“Me cuido haciendo ejercicio, ya con mis dos niños es suficiente, comiendo sano y trato de no preocuparme mucho por este asunto”, afirma la top que ha obtenido el título de modelo por la cantidad de contratos y dinero que recibe al año.
Gisele encontró en 2003 su vocación altruista cuando se convirtió en vocera de la ONU y trabaja arduamente en contra del calentamiento global.
“Todo empezó cuando visité una zona devastada por el cambio climático y me di cuenta del daño que hacemos al mundo. Desde allí, soy vocera para concientizar acerca de los daños que provocamos y lo que vamos a dejar a nuestros hijos. Lo considero un legado para nuestros niños”, concluyó.