Agencia Reforma
2014-09-11
Ciudad de México– Joan Rivers dejó este mundo, no sin antes asegurarse de que Melissa, su hija; Cooper, su nieto, y sus perros se hicieran cargo del dinero que generó en vida, pues dejó una millonaria herencia a sus familiares y mascotas, informó Daily Mail.
Se cree que su fortuna ascendía a 150 millones de dólares, correspondientes a los 40 millones que ganaba por año, y que durante su vida obtuvo mil millones, provenientes de las ventas de sus líneas de ropa y joyería, y sus contratos en televisión.
Melissa se quedará con un lujoso departamento, en Manhattan, valuado en 35 millones de dólares.
Según Tracie Hotchner, ahijada de la también actriz, uno de los deseos de ésta fue que sus perros, Samantha y Teegan, que vivían con ella en Nueva York, y otros dos en California, quedaran a cargo de Jocelyn Pickett, su ex asistente.
Además, pidió que sus canes fueran cremados cuando murieran, y que sus cenizas fueran mezcladas con las de ella. Consideraba que sus animales eran mejores que un esposo, pues éstos no dejan la tapa del inodoro levantada.
Canta Jackman en funeral de Rivers
Antes de morir, Joan Rivers pidió que Hugh Jackman cantara en su funeral, y así lo hizo el histrión, informó Us Weekly.
Hace 10 años, la presentadora quedó cautivada con la interpretación del actor en el musical The Boy from Oz, de donde se desprende el tema ‘Quiet Please, There's A Lady On Stage’.
Con dicho tema, el intérprete de ‘X-Men’ despidió a la conductora al presentar sus honores en el Templo Emanu-EI, de Nueva York.