Espectaculos

Su idilio con el cine

José Arrieta
Agencia Reforma

2014-04-17

Distrito Federal— Además de su notable y reconocida labor en el periodismo y la literatura, Gabriel García Márquez mantenía un idilio con el cine. Tanto que una de sus huellas más significativas la dejó en múltiples guiones y adaptaciones de historias llevadas a la pantalla grande.

Una de las más significativas se dio en 1964 cuando, junto a Carlos Fuentes, adaptó el relato ‘El Gallo de Oro’, de Juan Rulfo, al cine en un proyecto dirigido por Roberto Gavaldón y protagonizado por Ignacio López Tarso, Lucha Villa y Narciso Busquets. A esta obra siguió ‘Lola de mi Corazón’ (1965), adaptada de la historia original de Carlos A. Figueroa y ‘4 Contra el Crimen’ (1968), que retoma la historia de Fernando Galiana.

Sin embargo, su obra como guionista más reconocida es ‘El Año de la Peste’ (Cazals, 1979), cinta en la que se narra cómo un foco epidémico en un pequeño poblado mexicano se sale de control, y los esfuerzos posteriores del Gobierno por controlarlo. Por su trabajo en este filme, García Márquez recibió el Ariel de Plata al Mejor guión.

Otra obra que destaca es la adaptación de la tragedia griega ‘Edipo Rey’ que desembocó en la cinta ‘Edipo Alcalde’ (Triana, 1996), protagonizada por Jorge Perrugorría y Ángela Molina, y en la que el drama se retoma en el contexto de una población rural colombiana.

Mención aparte merecen las historias que él mismo trasladó a la pantalla de plata. Quizá la más recordada es ‘En este Pueblo no hay Ladrones’, una de las cuatro cintas en las que actuó y en la que tuvieron pequeños cameos artistas como Leonora Carrington, Luis Buñuel, Juan Rulfo y Abel Quezada.

‘María de Mi Corazón’ (Hermosillo, 1979) y ‘Eréndira’ (Guerra, 1983), esta última nominada a la Palma de Oro del Festival de Cannes, son otros brillantes ejemplos del quehacer de este genio de la literatura como guionista.

En ojos de otros
Sin embargo, las adaptaciones de novelas hechas por García Márquez no siempre han sido exitosas. Aunque prácticamente todas sus grandes novelas han sido retomadas por distintos cineastas, sólo unas cuantas han logrado emular la brillantez de su obra.

Hacia 1984, el cineasta Shûji Terayama llevó al cine ‘Cien Años de Soledad’, una de las obras clave del colombiano, bajo el título ‘Saraba Hakobune’. La producción fue nominada a la Palma de Oro del Festival de Cannes.

Tres años después, una súper producción italiana retomó ‘Crónica de una Muerte Anunciada’, protagonizada por Gian María Volonté, Rupert Everett y Ornella Muti. ‘El Coronel no Tiene Quien le Escriba’ y ‘El Amor en los Tiempos del Cólera’ serían adaptadas poco tiempo después, en 1999 y 2007, respectivamente.

La más reciente adaptación de sus novelas ocurrió en 2011, con la presentación de ‘Memoria de Mis Putas Tristes’ (Carlsen, 2011), que contó con el trabajo de adaptación de Jean-Claude Carrière y la actuación de Geraldine Chaplin. Sin embargo, esta cinta pasó sin pena ni gloria por la taquilla internacional.

Como director
A la muy conocida faceta como guionista de ‘Gabo’, se suma una curiosa incursión como director en un cortometraje de hace 60 años, en el que comparte créditos con Álvaro Cepeda Samudio, Enrique Grau y Luis Vicens, conocidos en aquella época como el Grupo de Barranquilla.

En el cortometraje, de 29 minutos de duración, se narran las peripecias de un investigador norteamericano, apodado El Gringo, que investiga la radioactividad en una aldea de pescadores. La cinta, irregular en su narrativa, también sirve como documento que cuenta cómo era la vida de los pescadores de la región.

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