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¡Inolvidable!

Leticia Solares
El Diario

2012-12-09

Esta vez su boleto no tiene regreso. Jenni Rivera ya no volverá.
Una vez más el destino le juega una mala pasada a ‘La Gran Señora’: está muerta.
La cantante despegó la madrugada de ayer de la ciudad de Monterrey con rumbo a Toluca en un vuelo privado, para cumplir sus funciones como juez de ‘La Voz... México’, a donde nunca llegó.
Desde hoy 43 años de polémica, de trampolín emocional, de canciones, de amores, desamores y de los aplausos que en cada presentación la llevaban a tocar el cielo, son historia.
Jenni Rivera muere de manera trágica y aunque el drama fue el aura que rodeó su paso terrenal, en esta ocasión la diva pegó de hit, se voló la barda y estremece al medio artístico y a los fanáticos.
Por desgracia, ahora no podrá tomar al toro por los cuernos, ‘agarrarse un ovario’ ni decretar: “Las veces que me he caído son las veces que me he levantado”, como lo dijo en su último encuentro con los medios de comunicación, en la ciudad de Monterrey, apenas horas antes de que su avión se reportara como desaparecido.
“No puedo concentrarme en lo negativo porque eso te destruye. Quizá esté tratando de alejar los problemas y enfocarme en lo positivo. Es lo mejor que yo puedo hacer. Soy mujer como cualquier otra y quizá también me suceden cosas más feas que a cualquier otra mujer”, señaló optimista Rivera, quien en su segundo nombre llevó la penitencia: Dolores.

‘Su vida loca’
Parrandera, rebelde y atrevida, nació en la ciudad de Long Beach, California, el 2 de julio de 1969, justo después de que sus padres cruzaron la frontera en busca del sueño americano.
Su madre pensó abortarla, pero por alguna razón no sucedió; parecía que desde entonces estaba destinada a una vida personal turbulenta.
Sin embargo, la tragedia que cortó las alas de Jenni no debe desviar la atención del talento que mostró durante los últimos 10 años de carrera.
Apasionada y atormentada, la intérprete de ‘Contrabando’ siempre iniciaba sus conciertos con el tema ‘Mi Gusto Es’, porque decía que vivía enamorada de la vida y que ésa era la mejor canción para empezar con el pie derecho su actuación.
“Soy una mujer de carne y hueso, una mujer que se enamora que inventa una canción, algún poema de amor soñando en el silencio de mi alcoba. Una enamorada de la vida", presumía cada vez que podía.
Jenni Rivera deja padres, hijos, hermanos, nietos, amores, amigos y enemigos: en más de una ocasión recibió amenazas de muerte y secuestro en su cuenta de Twitter.
Lloran su muerte una legión de fanáticos, sus compañeros artistas y los integrantes de su equipo de aspirantes a estrella de ‘La Voz... México’.

Cuentas pendientes
Se va sin concluir los trámites de divorcio con Esteban Loaiza y varios proyectos artísticos. Asimismo, en su bitácora quedó pendiente  el reencuentro con su hija 'Chiquis', quien fue la tercera en discordia entre ella y el pelotero.
Como saldo a favor, además de su trabajo como artista, se anotó la fundación Jenni Rivera Love Foundation, creada en 2005 para ayudar a niños abusados, niños con cáncer, madres solteras que quieren seguir estudiando, inmigrantes ilegales y mujeres que sufren violencia doméstica.
Jenni, será simplemente inolvidable.

En las colonias de Juárez

“Nos quedan para recordar 14 discos, un centenar de canciones y  sus frases”, dijo Nicolás Díaz Moreno, locutor de la Zeta, quien recuerda haber sido uno de los primeros en programar las canciones de la cantante en la radio local y además, haberla llevado hasta el último rincón de Ciudad Juárez, durante su primera visita a esta frontera en 2002.
“En esa ocasión, pasamos todo el día juntos, recorrimos varias colonias populares de la ciudad juntos: Solidaridad, Morelos, Eréndira y terminamos en la Mariano Escobedo. Literalmente Jenni vino por primera vez a Juárez a hacer promoción en la calle para que la conocieran y ella conocer a los juarenses”, comentó Nicolás Díaz, mejor conocido como 'El Pollito'.

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