Carolina García
El Diario
Más que un concierto para inaugurar un estadio, la presentación de Juan Gabriel es en este momento una magna fiesta musical diseñada para enamorar aún más a su público juarense, que ha dejado muy en claro que el cantante ha sido, es y será por siempre, el único digno de ser llamado el Divo de Juárez.
Ante un recinto abarrotado, el cantante lleva más de dos horas deleitando a sus fervientes fans con la interpretación de sus más grandes éxitos, pero también ha mostrado su característica generosidad al compartir el escenario con Mariana Seoane, Natalia Baeza y el conjunto 8 Segundos.
Incluso hasta cedió el micrófono al público, de lo que seguramente se arrepintió porque el acto fue aprovechado por una mujer para reclamar ante la multitud al gobernador César Duarte y el alcalde Héctor Murguía que no le han devuelto su camioneta y después, un hombre le insinuó ser su íntimo amigo desde hace más de 40 años, “déjame abrazarte, sabes perfectamente quien soy”.
El público está completamente entregado al momento. Poco importa el frío y que mañana sea un día regular para ir a la escuela y trabajar, están coreando, bailando y gritando para manifestarle al artista que es el consentido de Juárez.
El espectáculo es así, espectacular. Más de 100 cantantes, bailarines y músicos, acogidos por una impresionante escenografía coronada con una mega pantalla al fondo.
La noche pinta para largo… él sigue eufórico cantando y el público evidentemente fascinado.