Associated Press
2018-07-16
Ciudad de México— El nuevo gobierno ha planteado un ahorro de recursos para nuevos programas, pero especialistas señalan que hacia adelante tendrá que buscar mayor recaudación para evitar presiones.
La reforma fiscal de 2014 dio un impulso a la recaudación, pero comienza a perderse ese efecto.
La recaudación pasó de 9.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2013 a 13.5 por ciento en 2016 y se ubicó en 2017 en 13.1 por ciento, según estadísticas de la Secretaría de Hacienda.
De acuerdo con el último reporte mensual de Finanzas Públicas, de enero a mayo, la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) tuvo una variación negativa, algo que no se veía para periodos comparables desde 2009.
A esto suma que según lo que se ha planteado, el próximo Gobierno busca bajar el IVA en la franja fronteriza norte de 16 a 8 por ciento.
El avance de la recaudación llegó a su etapa de madurez y para 2018 no se estiman incrementos en estos ingresos, explicó Ricardo Cantú, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Sin embargo, hacia los próximos año seguirá creciendo el gasto ineludible, como el pago a pensiones de los antiguos sistemas de reparto que cubre el gobierno federal y los intereses de la deuda pública.
"A lo que ya llegamos con la recaudación actual ya no se espera que crezca, pero el lado del gasto sí seguirá creciendo", dijo Cantú.
Carlos Urzúa, virtual secretario de Hacienda en el Gobierno de López Obrador, ya ha reconocido que es necesario trabajar en mejorar la recaudación.
"Se tienen que buscar medidas para tratar de recaudar más. Va a haber medidas administrativas", dijo en conferencia de prensa para presentar los principales programas de la próxima administración.