Agencia Reforma
2018-07-04
Ciudad de México– Pese a la continua amenaza de los aranceles de Estados Unidos, en abril pasado, las armadoras de vehículos ligeros, camiones y empresas de autopartes en México alcanzaron un nivel récord, para un mismo mes, en la utilización de sus plantas y empleo.
Pero para la segunda mitad del año, analistas estiman que la inercia de ese boom se detendrá, debido al cambio de Gobierno federal, la contracción del mercado interno y la desaceleración del crecimiento del ramo automotriz estadounidense, el principal mercado de las exportaciones mexicanas.
Del buen desempeño que todavía trae la industria, los últimos datos de Inegi revelan que en abril, las armadoras de ligeros operaron a un nivel promedio del 91.6 por ciento de su capacidad, las de autopartes a 86.3 por ciento, y los fabricantes de camiones y tractocamiones a un 69 por ciento.
La capacidad utilizada en las armadoras de ligeros es la más alta en los últimos 6 años para un mes de abril, y en las de autopartes es el nivel más alto histórico, también para un mismo mes.
En cuanto a empleos, las tres industrias acumularon hasta abril una planta laboral de 867 mil trabajadores, 8 por ciento o 63 mil 500 trabajadores más que en el cuarto mes del año pasado.
Del total de empleos, el 89 por ciento está concentrado en el sector de autopartes, cuya plantilla laboral creció 8 por ciento en la misma base de comparación.
Armando Soto Armenta, director de la consultora automotriz Kaso y Asociados, dijo que frente a la recesión que enfrenta el mercado automotriz en México, las exportaciones, principalmente a EU, son la clave o explicación del crecimiento que sigue mostrando el sector.
Pero anticipó que hacia la segunda mitad del año es de esperar que las armadoras reduzcan el uso de capacidad instalada de sus plantas, debido entre otros factores, a que en el último año de Gobierno hay una desaceleración de la economía, que en esta ocasión se está conjuntando con las mayores tasas de interés.
“Por otro lado, el mercado de Estados Unidos viene desacelerándose, por lo que es factible que pueda haber una pequeña disminución hacia finales del año”, indicó.
“Por otro lado se tiene una amenaza de aranceles del principal socio que es Estados Unidos y esto podría repercutir en la actividad de la industria, en caso de concretarse”.
Soto Armenta descartó que de reducir el sector automotriz mexicano su actividad, vaya a provocar despidos de trabajadores debido al alto costo que representaría para las armadoras y fabricantes de autopartes.
“Antes que eso, si es que se llegara a ameritar, habría paros técnicos escalonados, que es lo que ya ha manejado la industria”.
Alik García, analista de Intercam, estimó que para el 2018 la producción de vehículos en México crecerá a niveles de un dígito medio, en contraste con el alza del 13 por ciento del 2017.
Coincidió en que la razón deriva de la caída continua que ha sufrido el mercado interno y el menor crecimiento del mercado automotriz de EU, del cual estima que en el 2018 bajará 2 por ciento. (Agencia Reforma)