Reforma
2018-06-14
Las perspectivas para el peso mexicano lucen para más debilidad a medida que las elecciones presidenciales se aproximan, de acuerdo con un indicador técnico.
La línea de tendencia del DVAN para el peso (un análisis de divergencia patentado que mide la presión de compra o venta) está en su racha de ventas más larga desde la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en noviembre del 2016.
Mientras más grande es la brecha entre el tope de la divisa, una medida que refleja la volatilidad, y la línea de tendencia, más fuerte es la presión negativa. La señal puede apuntar a más volatilidad y debilidad por venir.
La moneda ya está cerca de sus niveles más débiles alcanzados desde la toma de posesión de Trump en enero de 2017, ya que los inversionistas temen que el principal candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, represente un peligro para la posición fiscal del país.
López Obrado tiene una ventaja de 26 puntos porcentuales sobre el segundo lugar Ricardo Anaya en el seguidor de encuestas de Bloomberg, y los analistas ven pocas posibilidades de que uno de sus competidores lo alcance antes de la votación del 1 de julio.
Su aumento en las encuestas ha provocado que el peso caiga un 12 por ciento desde fines de marzo, lo que lo convierte en la divisa con peor desempeño entre las monitoreadas por Bloomberg.
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