Associated Press
2018-05-22
Pekín— China dio a conocer ayer que reducirá los aranceles a las importaciones de autos a partir del 1 de julio después del compromiso que hizo para adquirir más productos estadounidenses y dar por terminadas las restricciones sobre la propiedad extranjera en la industria.
El presidente Xi Jinping prometió los cambios en abril, en medio de una creciente presión de Washington para reducir el superávit comercial multibillonario que tiene China con Estados Unidos, aunque los portavoces chinos dijeron que no tenían nada que ver con esa disputa.
El Ministerio de Finanzas dijo que los aranceles para los vehículos importados se reducirán del 25 al 15 por ciento para promover el desarrollo de la industria china e incrementar la disponibilidad de los productos para los consumidores.
Eso podría ser más alto que el 2.5 por ciento de la tarifa de Estados Unidos en los autos importados pero menos del 25 por ciento que aplica Washington en la importación de pick ups.
Se espera que el impacto inmediato de los cambios sea limitado. La mayoría de los autos vendidos en China por las automotrices globales son producidos en fábricas locales, aunque la reducción en la tarifa podría darles más flexibilidad para suministrar modelos adicionales que se producen en el extranjero.
Se espera que los cambios van a beneficiar mayormente a BMW, Mercedes-Benz y Tesla, debido a que exportan el mayor número de vehículos de las fábricas estadounidenses a China.
La enorme fábrica de BMW que se encuentra cerca de Spartanburg, Carolina del Sur, por ejemplo, exporta anualmente aproximadamente 87 mil SUVs a China, más que cualquier otra automotriz en Estados Unidos.
Pekín usó tarifas y otros límites en las tres décadas pasadas para promover globalmente las marcas de autos y cambiar la producción a China y ayudar a desarrollar la industria local.