Agencia Reforma
2018-04-23
Monterrey— El Dragón chino ya diseñó su contraataque hacia las tarifas arancelarias que el Tío Sam le impuso al acero y aluminio.
La respuesta fue dar golpes certeros e implementar la ley espejo, con tarifas arancelarias que afectarán principalmente los productos procedentes de aquellos estados pro Donald Trump.
El organismo The Brookings, con sede en Washington y especializado en políticas publicas, reveló en su análisis: “Cómo los aranceles propuestos por China podrían afectar a los trabajadores e industrias de EU”, que la respuesta china incluye a unas 40 industrias estadounidenses que producen los 234 productos para potenciales tarifas.
“Verificamos su empleo nacional y por condado como una forma de medir la vulnerabilidad local y de la industria a los posibles giros comerciales.
“¿Qué muestran nuestras tablas y mapas? Nuestras estimaciones de primera línea sugieren que mientras el número total de empleos potencialmente interrumpidos por una guerra comercial total sigue siendo modesto, el recuento abarca una lista de aciertos diversa y astutamente elegida de industrias americanas características, que parece bien calculada para asustar tanto a republicanos como demócratas”.
La lista de aranceles parecen estar diseñadas para garantizar que prácticamente todo el país se vea sumamente perturbada.
“Por un lado, los 2.1 millones de empleos potencialmente afectados por aranceles están distribuidos casi por igual en los condados que el presidente Trump y Hillary Clinton ganaron en las elecciones de 2016”.
The Brookings estimó que aproximadamente 1 millón 62 mil de los empleos expuestos (52 por ciento de ellos) se encuentran en condados republicanos y 976 mil demócratas.
“Sin embargo, las listas arancelarias chinas parecen estar óptimamente diseñadas para agitar especialmente la base de los estados del presidente Trump, porque de los 2 mil 742 condados con empleo en las industrias potencialmente impactadas por los aranceles chinos actuales, 2 mil 247 (un 82 por ciento) de esos condados, votaron por Trump en 2016, mientras que solo 439 (18 por ciento) apoyaron a Clinton.
“El resultado es que aunque los demócratas estarán preocupados por las amenazas al empleo aeroespacial en Washington y los trabajos de fabricación farmacéutica en Nueva Jersey y Minnesota, los Senadores y representantes republicanos, muchos de los cuales han sido durante mucho tiempo partidarios de un comercio más libre, deberían de estar más nerviosos”, alertó The Brookings.