El Diario de Juárez
2018-04-11
Una de las ideas más novedosas en los negocios es que las empresas consigan un grupo de suscriptores, que estén “asegurados” durante un período, en lugar de que los clientes puedan cambiar fácilmente de proveedor en cualquier momento, reporta The Economist.
Los modelos de suscripciones son considerados por muchos inversionistas y ejecutivos como el “santo grial”, porque prometen un flujo recurrente de ingresos. Sin embargo, esa estrategia tiene algunos problemas que han sido subestimados.
Conseguir suscriptores puede ser excesivamente caro, ya que su urgencia de cambio es suprimida sólo temporalmente, además de que los consumidores podrían tener más de una relación comercial al mismo tiempo.
El modelo mejor conocido de suscripciones es probablemente Amazon Prime. Tiene aproximadamente 80 millones de miembros tan sólo en Estados Unidos y por 99 dólares al año ofrece películas, música, entrega rápida de productos y hasta descuentos en alimentos para bebé.
Hay muchos otros ejemplos como Spotify, Netflix que ofrece televisiones a cambio de una cuota mensual, Dropbox, que se dedica a rentar almacenamiento en la nube y que el 23 de marzo Nasdaq reportó que tenía un valor de 13 billones de dólares.
Las empresas de capital de riesgo están invirtiendo dinero en empresas basadas en suscriptores y en la entrega de productos en los hogares, tales como comida, medicamentos y hasta calzoncillos.
El atractivo del negocio de las suscripciones es obvio. Las empresas pueden predecir mejor su futuro y construir relaciones más profundas con sus clientes que tienen un menor incentivo para andar de compras.
Algunas empresas famosas descubrieron hace tiempo cómo transformar una compara en ventas recurrentes.
Los modelos de suscripciones están siendo cada vez más populares, en parte debido a que la tecnología les hace más fácil rentar que adquirir los bienes. En lugar de comprar un software, los usuarios pueden tener acceso al servicio de la nube.
Después del escándalo relacionado con la dudosa adquisición de información por Cambridge Analytica de 87 millones de usuarios de Facebook, podría generarse un cambio de los negocios digitales construidos alrededor de la publicidad a un modelo de suscripciones que protegen la privacidad.
La estrategia de las suscripciones también hace que los inversionistas y acreedores se sientan más cómodos con los negocios intangibles, que no tienen fábricas en las que puedan depender y generar productos y ventas año tras año.
En lugar de eso, una base de suscriptores puede ser vista como un “activo duradero” en las que pueden invertir las empresas.