Reforma
2018-04-10Ciudad de México— Tras cancelar el proyecto del tren a Querétaro con un consorcio chino, ahora es CFE la que abre un nuevo frente con una empresa de ese país, Sinohydro, por el incumplimiento en la construcción de una hidroeléctrica.
El proyecto Chicoasén II fue adjudicado en enero de 2015 al consorcio formado por Sinohydro, Omega, Caabsa y Dycusa por casi 323 millones de dólares, tras una licitación realizada por la CFE.
A más de tres años, el avance es apenas de 23 por ciento, debido a 23 bloqueos realizados por ejidatarios de la zona e integrantes de la CTM local y de un sindicato perteneciente a la diputada María de Jesús Olvera, del PRI.
El abogado del consorcio, Luis Asali, aseguró que CFE hizo compromisos con pobladores y su sindicato, el SUTERM, a espaldas de las empresas ganadoras y dejó de pagar a los dueños de las tierras.
El compromiso de pago era con 98 ejidatarios y con su sindicato para el movimiento de materiales. Sin embargo, el consorcio tuvo que contratar a los trabajadores locales y ello derivó en menor eficiencia.
Al inconformarse, se vinieron los bloqueos que han dejado 200 millones de dólares de pérdidas a las firmas china y mexicanas.
"La obra no pudo tener una continuidad más allá de los tres meses sin bloqueos", reconoció el abogado, quien agregó que CFE realizó suspensiones temporales de 60 días cada una.
CFE a su vez respondió que el sitio ya se encuentra libre desde junio de 2017, pero el consorcio no ha retomado los trabajos, por lo que pidió la recisión del contrato.
Desde octubre de 2016, el consorcio inició un proceso de arbitraje internacional contra CFE y declaró fuerza mayor.
La hidroeléctrica tendría una capacidad de 240 megawatts.