Associated Press
2018-04-04París— Los turistas reformularon sus planes de viaje y los residentes se apiñaron en trenes abarrotados hoy, en el segundo día de una huelga de tres meses que alteró el servicio de una de las redes ferroviarias más transitadas del mundo.
Los sindicatos ferroviarios y el gobierno del presidente Emmanuel Macron se mantienen firmes en sus posiciones en una batalla por el plan del ejecutivo para abolir un sistema de beneficios que permite a los maquinistas y a otros mantener sus empleos de por vida.
La empresa ferroviaria estatal SNCF dijo que el 86 por ciento de sus trayectos fueron cancelados en todo el país este miércoles, un porcentaje que fue ligeramente menor en el caso de los trenes regionales.
En la estacón Saint-Lazare, en el norte de París, los pasajeros se metían en vagones ya repletos o esperaban en andenes abarrotados.
"Me metí con los demás. Fue bastante incómodo, pero lo estamos sobrellevando", dijo Thibaut Jouany, un pasajero de 43 años.
El paro afectó también al tránsito ferroviario internacional. SNCF dijo que los trenes que unen el país con Italia, España y Suiza no prestan servicio. Alrededor de una docena de trenes Eurostar con salida y llegada en Gran Bretaña fueron cancelados, y la circulación entre Bélgica y Alemania se redujo ligeramente.
Las agencias de viaje estadounidenses y el gobierno británico están entre quienes avisaron a sus ciudadanos que consulten la situación con SNCF antes de viajar a Francia. La huelga llega en un momento de muchos desplazamientos, tras el final de las vacaciones escolares de Semana Santa y durante las vacaciones de primavera en gran parte de Europa.
Los trabajadores ferroviarios protestan contra los planes del gobierno para eliminar el estatus especial que protege al sector desde hace décadas. El conocido como "cheminot" les garantiza el empleo de por vida y otros beneficios, en línea con la imagen del ferrocarril francés como un pilar esencial en la infraestructura y los servicios públicos del país.
El gobierno de Macron dice que esta medida es insostenible porque la economía actual, globalizada y cada vez más automatizada, favorece la existencia de una fuerza laboral más flexible. Además, de acuerdo con las normas de la Unión Europea que requieren que todos los estados miembros abran el servicio ferroviario estatal a la competencia, el ejecutivo señala que este estatus especial deja a SNCF en desventaja frente a posibles competidores privados.