Agencia Reforma
2018-03-06Ciudad de México– Los aranceles que Estados Unidos desea imponer en acero y aluminio corresponden a una guerra comercial que libra con China y de la cual México debe deslindarse, dijo José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC).
El especialista afirmó que la reciente idea del presidente de EU, Donald Trump, para imponer fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio no tiene ninguna justificación económica y podría provocar una eventual guerra comercial.
El daño en exportaciones nacionales podría ocilar entre los mil 300 y mil 500 millones de dólares, de acuerdo con De la Cruz.
Además, las empresas nacionales tienen argumentos para mostrar que su producción y exportación no representa un riesgo para Estados Unidos, por el contrario, complementa a algunas cadenas productivas.
“Si estas medidas se generalizaran, sacarían del mercado norteamericano a las empresas mexicanas que exportan a EU, y quedarían más expuestas las que no están ligadas al sector automotriz, que son la mayoría”, agregó el especialista.
La medida tomada por Trump no es viable porque EU mantiene un supéravit estructural con Mexico en fundición de acero, productos manufacturados de hierro y acero y en aluminio y sus manufacturas.
Además, la industria siderúrgica mexicana no recibe beneficios fiscales o de financiamiento del Gobierno y la producción de hierro, acero y aluminio se ha encarecido en México por el incremento en el precio de energéticos, mayores costos de transporte, combustibles, insumos intermedios y maquinaria que se importa para fabricar.
El experto explicó que el deficit de EU no se genera en la producción y manufactura básica de hierro, acero y alumnio, sino en todos los productos manufacturados en otros sectores industriales.