Reforma
2018-02-27Ciudad de México— Las industrias del azúcar tanto mexicana como estadounidense no quieren ser incluidas en las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues podría resultar contraproducente para ambas, refirió Juan Cortina, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA).
Para la industria mexicana sería riesgoso tocar el tema del azúcar en el TLCAN, porque es darle entrada a Estados Unidos a que solicite nuevas reglas a su favor para las exportaciones de lo ya establecido en los Acuerdos de Suspensión, señaló.
"Le daríamos la oportunidad a la industria americana de apretarnos las tuercas", afirmó Cortina.
Actualmente las exportaciones de azúcar mexicana a Estados Unidos se rigen de manera paralela al TLCAN bajo los Acuerdos de Suspensión, firmados por ambos países desde 2014.
Asimismo, destacó que en ambos países existe mucha inestabilidad política que podría complicar la comercialización de azúcar, por lo que es mejor mantenerse al margen.
"Hay mucho riesgo, la volatilidad política en nuestro País y Estados Unidos está muy alta. La verdad es que no vale la pena ya tocarlo", destacó.
Para la industria estadounidense tampoco es conveniente que se retome el tema en el TLCAN, pues el sector se podría tomar como una moneda de cambio para que Estados Unidos consiga mejores condiciones en otros sectores.
"La verdad es que es una arma de dos filos, te pueden usar de cambio. El Gobierno americano en una de esas puede decir: 'oye para que me den más en autos cedamos a México un poquito en azúcar que le es tan importante' y entonces la industria americana ya no quiere tocar el tema.
"Yo lo que entiendo es que, obviamente, están muy contentos con los Acuerdos porque sacaron todo lo que querían. Quitando el hecho de que nos querían quitar del mercado, su mejor opción fue lo que consiguieron", detalló.
Resaltó que lo ideal y lo que realmente buscaba la industria de Estados Unidos era que ya no hubiera Acuerdos de Suspensión para que México ya no fuera parte de ese mercado.
En los Acuerdos de Suspensión se determinó que, del total enviado, el 30 por ciento sería refinada, cuando anteriormente las ventas de ese tipo de azúcar eran equivalentes al 50 por ciento.
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