Reforma
2018-02-09Ciudad de México— El déficit de la balanza comercial del intercambio de automóviles que Estados Unidos tiene con México aumentó 10 por ciento en 2017, según datos de la Oficina del Censo de ese país.
Esta categoría es la que más se comercia entre ambos países y si se eliminara desaparecería el saldo negativo que tiene ese país con los mexicanos, razón por la cual el presidente estadounidense Donald Trump ha intentado limitar el comercio pero sin resultados aparentes.
El año pasado, el país exportó 116 mil 609 millones de dólares de automóviles terminados, entre vehículos ligeros, pesados y autopartes, mientras que EU mandó 34 mil 516 millones de dólares.
Como resultado, esto dio un saldo negativo para los estadounidenses de 82 mil 93 millones de dólares, que es superior los 74 mil 40 millones registrados en 2016.
En este rubro, lo que más exportó el país durante el año pasado fueron autopartes, con 56 mil 292 millones de dólares, pero este experimentó un crecimiento débil de 0.81 por ciento.
De vehículos pesados, como camiones o autobuses, se vendieron 30 mil 443 millones de dólares, un aumento de 8 por ciento, y de vehículos ligeros, es decir automóviles, fueron 29 mil 875 millones de dólares, un alza de 26 por ciento.
"La dinámica de la industria es así, operan mirando hacia el futuro y eso quiere decir que ellos ya saben cómo se va a armar el automóvil del 2020, no está en diseño sino que ya se sabe cómo se va a armar y con qué proveedores.
"Como ya está todo determinado, las armadoras saben muy bien de dónde comprarán y a qué costo; es decir, que ya hay una integración comprometida: la ecuación de en qué país se arma y en qué país se compran los insumos ya está hecha, porque la industria automotriz es muy estricta en sus costos", explicó Manuel Valencia, director de las carreras de Negocios Internacionales del Tec de Monterrey campus Santa Fe.
Explicó que la cadena de suministro para la industria automotriz es una de las más complejas, y especialmente la de América del Norte ha logrado un grado de sofisticación importante.
Ante eso, difícilmente un esquema de producción que ya esté tan pulido podrá obedecer a un discurso político o a la creación de una política que restrinja el libre comercio, dijo.
"El grueso de un automóvil se sigue produciendo en México, independientemente de dónde se arme. El ensamble final es la última parte de la cadena y lo que se refleja en las estadísticas, pero lo cierto es que son los proveedores los que hacen una parte importante del trabajo", explicó.