Economia

Chocan dos gigantes de las telecomunicaciones

El Diario
Segunda de dos partes

2018-01-31

Carlos Slim Helú, de 78 años, llegó a ser el hombre más rico del mundo gracias a América Móvil, el gigante de las telecomunicaciones en México y América Latina.
Randall Stephenson, tiene exactamente 20 años menos. Es el presidente y director de AT&T, que fue pupilo del magnate mexicano y ahora es su principal competidor.
La historia de la relación entre estos dos gigantes de las telecomunicaciones fue revelada en un reportaje publicado por el periódico estadounidense The Wall Street Journal.
El medio establece que los gigantes se conocieron en 1992, justo después de que México terminara de vender el monopolio administrado por el Gobierno de Teléfonos de México a Slim y a sus dos asociados externos, Southwestern Bell y France Telécom.
La venta incluía una concesión nacional para operar el servicio telefónico móvil inalámbrico, el cual Slim lanzó en México varios años después.
Southwestern Bell envió a Stephenson para supervisar su inversión en México. Siendo hijo de un propietario de una unidad de engorda de ganado en Oklahoma, él comenzó en la compañía de telecomunicaciones trabajando medio tiempo colocando rollos de papel en las máquinas de cobro.
El Wall Street dice que en su primera reunión, en una sala de conferencias en el exclusivo vecindario de Polanco en la Ciudad de México, Slim le pidió a Stephenson que le dijera más sobre los gastos de capital de Southwestern Bell.
“Estaba preparándome para responderle, y luego él contestó su propia pregunta. Simplemente recitó nuestras cifras de memoria”, recuerda Stephenson. “Él conocía nuestras cifras mejor que nosotros”.
Por el transcurso de los próximos años, Stephenson estuvo atento y muy de cerca mientras que Slim lo instruía sobre los hábitos de los clientes mexicanos, cómo administrar empresas a un costo anémico y cómo evaluar a las compañías de manera racional con el fin de hacer adquisiciones inteligentes.
En 1994, cuando el gobierno mexicano devaluó el peso, reduciendo a la mitad el valor de la moneda casi de un día para otro, Slim enfrentó un momento de vida o muerte. Sus costos por cables de teléfono, celulares y equipo de radio eran en su mayoría en dólares, mientras que sus ingresos eran en pesos.
Slim dio un tajo al balance de Telmex, recortando gastos de manera rápida y drástica. Stephenson dice que la lección fue: “En ese tipo de situaciones, uno tiene que ser valiente, decisivo y rápido”.
Un banquero que conoció a ambos empresarios durante la década de los noventa los describe como dos personas que tenían una “relación muy casual” y “cálida”. Fuera de la oficina, salían a cenar y asistían juntos a partidos de los Vaqueros de Dallas y de los Yanquis de Nueva York, según dice el diario estadounidense.
Agrega que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual entró en vigor en 1994, conllevó a que se invirtieran miles de millones de dólares de manera directa en México, y sus líderes esperaban que la privatización de Telmex atrajera una mayor competencia en las telecomunicaciones.
Bell Atlantic Corp. una de las compañías regionales de Bell formada de la fragmentación de AT&T y ahora parte de Verizon Communications Inc. fue el primer participante extranjero. El gigante de las telecomunicaciones del Reino Unido, Vodafone Group PLC posteriormente pagó cerca de mil millones de dólares por una inversión en la misma compañía que Bell Atlantic estaba apoyando, llamada Iusacell.
Slim dio origen a América Móvil, salida de Telmex en el año 2000. Nadie podía competir con la poderosa red inalámbrica de su compañía, llamada Telcel, y las compañías extranjeras se dieron por vencidas una por una y salieron de México. Verizon y Vodafone registraron un total de cerca de 2 mil millones de dólares en inversiones fallidas.
América Móvil se expandió a otros 15 países de Latinoamérica y el Caribe, compró inversiones en compañías de Europa y de Estados Unidos, y amasó cerca de 300 millones de subscriptores a la red inalámbrica y un valor en la bolsa de 59 mil millones de dólares.
Slim dice haber sido más listo que sus rivales de telefonía inalámbrica con mejores productos y servicios, incluyendo las tarjetas de prepago para celulares que fueron introducidas en 1997 para la economía de consumo, que en su mayoría se rige por el pago en efectivo, en México.
“Siempre quisimos que hubiera una competitividad inteligente en el mercado”, dice. “La competencia nos hace mejores”.
Los críticos de Slim dicen que logró sobrevivir a sus competidores por medio de ataques dirigidos a las regulaciones que buscaban limitar su poder mercantil. Siempre ha sabido ganarse la simpatía de los tribunales en México.
Uno de los abogados de Slim dice que su estrategia en el negocio de la telefonía inalámbrica es invertir fuertemente en la red móvil de Telcel al mismo tiempo que “contiene” a los competidores “haciendo el mejor esfuerzo legal para no compartir infraestructura e incrementar las tarifas e índices de terminación que se pagan a la compañía de Slim.”
Desde el advenimiento de las redes inalámbricas, la herramienta más utilizada por los reguladores para asegurar una competencia justa son las tarifas de interconexión, las cuales las compañías cobran a los rivales para realizar llamadas en su red. Si una compañía domina el tráfico, las altas tarifas de interconexión son un beneficio —y un fatal golpe a los competidores.
“Telcel y Telmex han desafiado todas las legislaciones que han tratado de controlarlas”, comentó el abogado Gerardo Soria, quien representó a América Móvil del 2002 al 2011 y ahora trabaja para los rivales de Slim. “En su mundo ideal, él no se interrelacionaría con nadie”.
En el 2013, el nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, presionó al Congreso para romper el poder absoluto de Slim.  La propuesta incluyó una regulación nueva e independiente para que vigilara las telecomunicaciones y las industrias de comunicación, reduciendo a cero las cuotas de interconexión pagadas a Telcel.  La ley fue aprobada en el 2014.
Pronto, AT&T pagó 4.4 billones de dólares para adquirir a Iusacell y Nextel de México, que eran la tercera y cuarta empresas más grandes del país.  En el 2015 fueron nombradas como AT&T México, y luego lanzó una campaña agresiva para atraer suscriptores.
Empleando una página del libro de jugadas de Apple Inc., AT&T abrió miles de elegantes tiendas de servicio completo, muchas de ellas ofrecían café y Wi-Fi gratuitos, mesas de café y escritorios de ayuda al cliente.
La empresa anunció sus planes para mejorar su red con valor de 3 billones de dólares y lanzó el slogan “La Red Más Confiable”, para quitarle clientes al Telcel de Slim.
En respuesta a esa creciente amenaza, Telefónica empezó a ofrecer descuentos a sus 26 millones de suscriptores.  Telcel y AT&T hicieron lo mismo, desatando una guerra de precios que redujeron los costos a los consumidores de teléfonos móviles en más del 40 por ciento, de acuerdo al regulador de telecomunicaciones de México.
El OECD comentó que los recortes eran más considerables.
Desde el 2015, AT&T reportó más de 2.1 billones de dólares de pérdidas operativas en México, aunque incrementó su base de suscriptores en un 60 por ciento, a 13.8 millones de personas.
AT&T también obtiene casi el 22 por ciento de los ingresos del servicio inalámbrico en México y el 14 por ciento del servicio de banda ancha móvil, de acuerdo al regulador.
Francisco Gil Díaz, ex secretario de Hacienda, quien también encabezó la Unidad México de Telefónica, comentó que AT&T “Tiene considerablemente más poder que las dos o tres empresas que anteriormente surgieron aquí”.  La empresa estadounidense tiene tiendas “en todas partes” y también les proporciona sus servicios a clientes de alto perfil.
En noviembre, el regulador de telecomunicaciones de México estableció una tarifa de 3 centavos, aproximadamente 0.2 centavos de dólar, por minuto para los competidores que se conectan a la red de Slim.
Aunque Telcel debe pagar casi tres veces más por minuto por conectarse a la red de sus competidores, es probable que la decisión le cuesta a su rival decenas de millones de dólares al año debido a que el número de usuarios de Telcel es enorme.

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