Cinthya Ávila
El Diario
En noviembre de 2017 los alimentos y los energéticos impulsaron el Índice Nacional de Precios al Consumidor a 7 por ciento en su acumulado anual, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Para un mes igual el histórico indica que es la tasa más elevada desde 2001. En lo que va de 2017 es la tercera ocasión que el índice alcanza el nivel de 7 por ciento a tasa anual.
Tan sólo el rubro de alimentos, de noviembre 2016 a noviembre de 2017 acumuló un 8 por ciento.
La cebolla fue la hortaliza que reportó el mayor aumento, con 72 por ciento; el limón, 66 por ciento; chiles frescos, 23 por ciento; la papa, 20 por ciento y la manzana, 9.6 por ciento.
La categoría de electricidad y combustibles en conjunto presentó una inflación anualizada de 12 por ciento.
La luz eléctrica subió 0.31 por ciento, mientras que el gas natural se incrementó 17 por ciento.
En los energéticos, la mayor variación la tuvo el gas Licuado de Petróleo (LP), con 45 por ciento en el último año.
En el caso de las gasolinas, la de bajo octanaje se encareció 16 por ciento y la de alto octanaje, 19 por ciento.
Al comparar los costos actuales de los productos con más inflación contra sus valores a finales de noviembre de 2016, se encontró que los incrementos superan a los reportados por el instituto.
Tan sólo el chile jalapeño cuesta un 262 por ciento más caro que hace un año, el limón 120 por ciento más y la cebolla 132 por ciento.
El plátano vale 45 por ciento más, el tomate 46 por ciento y la papa 26 por ciento.
De acuerdo con economistas, el precio de las gasolinas sigue incidiendo en el comportamiento de la inflación en la localidad.
A comparación mensual de octubre a noviembre el indicador se colocó en 2 por ciento.
En lo que va de 2017 la cifra más alta del índice de precios se presentó en abril, con un acumulado anual de 7.25 por ciento.
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