Economia

Muestran nuevas tecnologías de rastreo vs ciudadanos en China

The New York Times

2017-12-06

Wuzhen, China– Una empresa de inteligencia artificial está promocionando un robot que puede ayudar a los médicos a diagnosticar. Otra nueva corporación exhibió un dron diseñado para llevar un solo pasajero a 60 millas por hora.
Y en una demostración digna de maravillarse pero también de preocuparse una empresa ofrece el reconocimiento facial de los chinos, mostrando la manera en que su tecnología podría identificar y describir rápidamente a la gente.
Si había algunas dudas de la destreza tecnológica de China, las presentaciones que se hicieron en esta semana en la Conferencia Tecnológica más importante del país, lograrán desvanecerlas.
El evento, que en alguna ocasión fue el sitio en donde se reunían ejecutivos tecnológicos locales y líderes de Estados pobres, en este año atrajo a importantes ejecutivos estadounidenses como Tim Cook de Apple y Sundar Pichai de Google, así como también, a ejecutivos de las gigantes chinas como Jack Ma de Alibaba y Pony Ma de Tencent.
Aunque todos los avances exhibidos en el evento, Conferencia Mundial de Internet, en la pintoresca ciudad de Wuzhen, situada en el este de China, también ofrecieron una razón para tener cuidado.
Los avances técnicos que permite a los gobiernos vigilantes lleno de tecnología estuvo presente, proporcionando un vistazo sobre la manera en que los nuevos avances en cosas como inteligencia artificial y reconocimiento facial pueden ser usadas para rastrear a los ciudadanos — y la manera en que están siendo ampliamente aceptados en este país.
Al parecer, el rastreo fue tanto en el diseño del evento, que concluyó el martes, como en la tecnología que estuvo exhibiéndose. Puntos de revisión de estricta seguridad hicieron uso del reconocimiento facial. También estuvo patrullando la policía armada de China. Y en las oscuras esquinas de las paredes blancas del centro de convenciones, brillaban las luces rojas de las cámaras de circuito cerrado.
La empresa de reconocimiento facial, Face++, que está creciendo rápidamente, mostró su tecnología a los asistentes a la conferencia. En una pantalla grande que se encontraba en una cabina, el software identificó el género de la persona, describió el largo del cabello y su color y las características de la ropa que usaba.
Otras empresas chinas exhibieron lo que podría hacerse con esa información. China Unicom, una corporación de telecomunicaciones que es propiedad del Estado, mostró con gráficas las enormes cantidades de información que la empresa tiene de sus suscriptores.
Un mapa desglosó la población de Pekín en base al cambiante plano de la ciudad, mostrando a las personas que van y vienen de su trabajo. Otro detectó en dónde navegaron los visitantes extranjeros en su red.
Las personas que estaban supervisando la cabina de China Unicom, hablaron abiertamente de la información, lo cual es un indicio de lo ampliamente aceptado que se ha convertido la vigilancia y recolección de información en China.
Los otros dos rivales de Unicom, que también son propiedad del gobierno, generaron una preocupación similar por las medidas y vigilancia que estaban en exhibición.
China Mobile colocó una cámara en la proa de uno de los muchos botes que navegan por los canales de Wuzhen, enviando imágenes de la tecnología celular más reciente y más rápida.
China Telecom mostró su habilidad para medir la cantidad de basura de varios botes de basura y detectar el mal funcionamiento de los hidrantes contra incendios.
Inversionistas y analistas señalan que el descarado fervor de China por recolectar esa información, combinado con su enorme población, podría eventualmente darle a las empresas de inteligencia artificial una ventaja sobre las estadounidenses.
Si Silicon Valley está marcado por una racha libertaria, la visión China ofrece una especie de antítesis, en donde la tecnología está diseñada para reforzar y ser guiada por la mano firme del gobierno.
Tales desarrollos dejan de manifiesto un naciente vaivén entre China y Estados Unidos que determinará mayormente el futuro, desarrollo y aplicación de la tecnología.
Al hablar en un panel sobre terrorismo, Mei Jianming, quien fue presentado como experto en antiterrorismo de la Organización de Colaboración Shangai. Un grupo intergubernamental que incluye a China y Rusia entre otros países, etiquetó como terroristas a grupos que hablan a favor de los derechos humanos de la minoría islámica Uighurs de China.
Posteriormente, dijo que Pekín debería hacer más para usar su influencia y presionar a Twitter para que cambie los términos de su servicio para hacer retroceder a esos grupos.
“Deberíamos fortalecer la capacidad de nuestra propaganda”, dijo. “En el sitio oficial chino, China Daily y Xinhua News tienen presencia en Twitter, aunque la efectividad de su propaganda no es suficiente. Claramente no es suficiente”.
Las contradicciones sobre usar sitios como Twitter para cambiar las opiniones en el extranjero, mientras se bloquean domésticamente, fueron usualmente evidentes pero también frecuentemente inadvertidas.
Durante el discurso inicial de Wang Huning, un miembro del Prestigiado Comité Politburo, integrado por siete hombres importantes, hubo más propuestas a la apertura y colaboración que a la seguridad y censura que han marcado el enfoque de China hacia el Internet.
Una de las discusiones más claras sobre la censura no provino de un orador de la conferencia, sino de un oficial que vigiló la puerta de entrada a la conferencia durante el primer día del evento.
Como representante del gobierno de la ciudad de Wenzhou, les preguntó a los periodistas cómo eluden los filtros que tiene China en el Internet. Aunque no se supo si se trató de una curiosidad genuina o quería saber qué herramientas eran las más efectivas para enfocarse en ellas posteriormente y convertirlas en un objetivo.

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