Cinthya Ávila
El Diario
Los aumentos en servicios básicos y energéticos que las empresas enfrentaron durante el año impactaron en sus gastos operativos.
Martín Alonso Cisneros, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, dijo que uno de los golpes más fuertes fue el “gasolinazo”, a lo que se sumaron las variaciones mensuales de la electricidad.
Comentó que en ese sector se calcula que los gastos subieron aproximadamente un 7 por ciento.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta octubre de 2017 la gasolina de bajo octanaje acumuló una inflación de 17 por ciento y la de alto octanaje, 21 por ciento. En tanto, el gas LP subió hasta un 40 por ciento.
A ello se suma que a partir del segundo semestre del año los hoteleros han enfrentado una baja en su ocupación, lo que tambaleó todavía más sus finanzas.
Raúl De León Apraez, presidente de Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), coincidió en que el alza de la gasolina fue uno de los mayores impactos económicos, por todos los rubros que aumentaron en cadena.
Mencionó que para los industriales, las variaciones en las tarifas de luz eléctrica es uno de los temas que más perjudican, pues es un servicio casi indispensable para la producción.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) anunció que para diciembre la tarifa en el comercio costará un 8.1 por ciento más y en la industria 10.3 por ciento más.
Este último ajuste del año vino a complicar el plan presupuestario para el próximo año, comentaron ambos líderes empresariales.
“Esto nos viene a mover toda la planeación. Nos cambia tremendamente todo el presupuesto”, indicó Martin Alonso.
De León Apraez añadió que 2018 se avizora complicado, pues continúa la negociación del Tratado de Libre Comercio y además viene el período electoral.
Ante ello mencionó que se augura que la inversión se vea frenada nuevamente, como ocurrió en este 2017.
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