Reforma
2017-11-06
Ciudad de México— El impacto de la reforma fiscal de Estados Unidos tiene la capacidad de causar mayores daños a las inversiones del país que las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLC), señalan analistas.
De acuerdo con el análisis realizado por Banorte-Ixe, de aprobarse la reducción del impuesto corporativo en Estados Unidos, las inversiones en México perderían competitividad en un momento que resulta complicada una reacción por parte de las autoridades mexicanas, debido a los tiempos electorales, lo que las afectarían en mayor medida.
“El efecto sobre la economía mexicana podría ser más perjudicial que las renegociaciones del TLCAN, sobre todo teniendo en cuenta que la reforma tendrá lugar en un momento políticamente complicado para México”, señala el documento.
La semana pasada la Cámara de Representantes de Estados Unidos dio a conocer detalles sobre el proyecto de reforma fiscal en ese país, con lo que comienza a materializarse y será discutido en las próximas semanas para turnarse al Senado.
La propuesta fiscal incluye un recorte de la tasa de ISR corporativa del actual 30 por ciento a 20 por ciento, mayor al 15 por ciento propuesto inicialmente.
Además, se proponen otras medidas como la posibilidad de depreciar la inversión de capital de corto plazo a cinco años, así como modificaciones a la tabla de ISR que aplica a personas físicas, lo que traería beneficios a las familias de bajos ingresos.
Según el análisis, México debería plantearse importantes cambios fiscales para hacer frente al proyecto de reforma fiscal de Estados Unidos; sin embargo, no cuenta con espacio fiscal por la parte del ISR corporativo, razón por la cual deberá reformar otros gravámenes.
Las medidas que podrían ser implementadas en México atienden a un incremento de la recaudación de otros gravámenes, como el IVA, con el objetivo de ampliar la base tributaria y poder ofrecer una tasa corporativa más atractiva.
Al respecto, la autoridad hacendaria en México ha señalado que el análisis de las respuestas que podrían darse se hará cuando se tenga un propuesta sólida y además han mencionado que la competitividad de México no está en el terreno fiscal, sino en el incremento de su productividad.