Economia

Precios se disparan; salario apenas sube

Cinthya Ávila
El Diario

2017-08-10

Cristina recuerda que hace poco más de 10 años surtía su despensa con 400 pesos y hasta encontraba ofertas de productos en centavos. La madre de familia asegura que la situación económica era otra, pues hoy en día apenas se da abasto para cubrir sus necesidades básicas de alimentación.
“Todo ha subido muchísimo y el salario es una miseria”, expresa la mujer, quien es trabajadora independiente.
En redes sociales circularon hace unos días imágenes de las promociones manejadas por cadenas comerciales en el año 2000.
Al comparar dichos costos con los difundidos actualmente se arrojaron aumentos de más de mil por ciento, en alimentos, medicinas y productos de limpieza.
Por ejemplo, el kilogramo de naranja se vendía a 1.29 pesos y hoy su valor es de 18.99 pesos, una diferencia de más de mil por ciento.
El aguacate, uno de los frutos que más ha subido, en el 2001 se comercializaba en 5.99 pesos, contra los 48.99 pesos actuales.
El limón cuesta a los juarenses un 958 por ciento más, pues a diferencia del 1.89 pesos por kilo que se pagaban en 2000 hoy se desembolsan 19.99 pesos.
El tomate pasó de 6.90 a 34.99 pesos, un incremento de 407 por ciento. La cebolla de venderse en 2.59 pesos por kilo, hoy se oferta en 16.89 pesos, 556 por ciento arriba.
En los rubros de la salud y limpieza la situación no es distinta. La caja de aspirinas tenía un precio de 9.29 pesos y hoy es de 26.98 pesos. 
Un limpiador para pisos de 1 litro hace 17 años costaba 8.49 pesos, 112 por ciento más contra los 17.99 pesos en que se vende actualmente.
Por el contrario, el salario mínimo desde entonces ha variado en un 127 por ciento, de acuerdo con estadísticas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) variación que supera a la mayoría de los encarecimientos citados anteriormente.
El Salario Mínimo en el año 2000 era de 35.12 pesos y para 2017 se fijó en 80.04 pesos.
Economistas señalan que los ajustes hechos al sueldo no van en razón con los aumentos en la canasta básica, restando así su poder adquisitivo.

cavila@redaccion.diario.com.mx

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