Economia

Automotrices en EU eliminan empleos

The New York Times

2017-07-06

The New York Times

Detroit— Después de una prolongada recuperación que culminó en dos años de ventas récord, la industria automotriz estadounidense está desplomándose, ya que hay menos compradores en las salas de exhibición y menos trabajadores en las fábricas.
Las automotrices dijeron en esta semana que las ventas descendieron en junio por sexto mes consecutivo, habiendo disminuido en un 3 por ciento en comparación con el año pasado, una tendencia que según los analistas no va a mejorar en el corto plazo.
A medida que ha disminuido la demanda, hay menos trabajo en las plantas ensambladoras del país –primordialmente aquellas que fabrican los autos tradicionales de pasajeros.
El año pasado, esas plantas llegaron a un punto álgido de 211 mil trabajadores, que representa un incremento del 55 por ciento respecto a las profundidades de la recesión de 2009.
Esa cifra ha disminuido en más del 2 por ciento hasta lo que va de este año, a 206 mil trabajadores en abril, de acuerdo al Buró de Estadísticas Laborales y podría reducirse más si las ventas siguen desplomándose.
“Ha habido una reducción consistente en la producción de las plantas en los últimos seis meses, y lo que viene en los próximos seis meses es muy alarmante”, comentó Ron Harbour, experto en manufactura automotriz de la empresa consultora Oliver Wyman.
El descenso es señal de por lo menos una pausa en la resurgencia de Detroit después de los oscuros días de la crisis financiera, a la que General Motors y Chrysler sobrevivieron sólo a través de la bancarrota y los rescates financieros.
Está sucediendo a pesar de las promesas del presidente Trump de presionar a las automotrices para ahorrar y crear empleos bien remunerados en las fábricas estadounidenses.
Analistas de la industria dijeron que los consumidores podrían reducir su gasto debido a unas condiciones crediticias más ajustadas y préstamos más caros de los vehículos.
“Unas tasas más altas de interés y la incertidumbre acerca de las políticas fiscales podría convertirse en un viento en contra para la venta de autos”, comentó Charlie Chesbrough, economista de la empresa de investigación Cox Automotive.

Recorte es disparejo
Sin embargo, el impacto en el empleo es disparejo, reflejando los cambiantes gustos de los compradores estadounidenses de autos.
Los bajos precios de la gasolina están motivando a los conductores a cambiar los autos tradicionales por modelos más grandes, las plantas están fabricando camionetas y vehículos deportivos utilitarios, algunos están produciendo día y noche, empleando tres turnos.
Aun cuando las ventas totales de vehículos hayan disminuido en junio, las ventas de camionetas y SUVs aumentaron en un 4 por ciento respecto al año anterior.
Esa tendencia de los consumidores está jugando en la dirección opuesta en las plantas que están fabricando autos pequeños y medianos, que están reduciéndose totalmente, ya que están convencidos de producir camionetas y SUVs.
Lo que ninguna de las automotrices está haciendo es construir nuevas plantas o agregando un número significativo de nuevos empleos a corto plazo.
“La industria ha expandido dramáticamente el empleo en Estados Unidos en los últimos años, aunque ya no hay crecimiento”, comentó Harley Shaiken, profesor de Fuerza Laboral en la Universidad de California en Berkeley.
Con mayor frecuencia, las empresas están tratando de fabricar fuera de Estados Unidos los modelos de autos que son menos rentables.
Por ejemplo, Ford Motor, comentó en junio que movería su producción del sedán Focus de Michigan a China.
Anteriormente, la empresa tenía planeado mover la fabricación de ese auto a una nueva planta en México, pero canceló el proyecto después de enfrentar la oposición de Trump.
El movimiento de Ford a China no costará ningún empleo estadounidense porque la producción del Focus en Michigan será reemplazado por camionetas y SUVs.
Sin embargo, la decisión podría inflamar las tensiones comerciales.  Y si están cayendo las ventas en todo el país y están recortando empleos en las plantas estadounidenses, eso podría impulsar medidas proteccionistas por parte de la administración Trump, como imponer impuestos fronterizos en los vehículos importados.

Época de ajustes y cambios
La disminución de empleos en las plantas automotrices es parte de una nueva disciplina que hay entre las automotrices para evitar abultadas nóminas e inventarios cuando las ventas empiecen a desplomarse.
Eso es un gran cambio en tiempos previos a una recesión, cuando las automotrices domésticas estaban usualmente abarrotadas con la sobreproducción, o ligadas a contratos con sindicatos que canalizaban a los trabajadores desocupados a los llamados bancos de empleo dándoles su paga completa y beneficios.
Ese programa fue eliminado a través de pactos laborales subsiguientes con United Automobile Workers.
Sin embargo, las empresas de Detroit también contrataron a una gran cantidad de empleados de bajo salario y nivel básico con beneficios de desempleo menos costosos.
Estas acciones hicieron que fuera más fácil para las compañías reducir su producción en base a cambios en el mercado.
Por ejemplo, GM redujo el número de sus jornadas en varias de sus plantas nacionales, la más reciente reducción siendo el haber anunciado los recortes en la fábrica de Kansas, la cual fabrica el Malibu Chevrolet sedan de mediano tamaño –un segmento que está rápidamente declinando a manera que más compradores gravitan hacia las SUVs.
“Estas decisiones son siempre difíciles”, dijo Alan Batey, presidente de operaciones norteamericanas de GM. “Pero al final del día tenemos que ser muy disciplinados en torno a nuestros planes de producción”.
Esperanza en los vehículos grandes
Fiat Chrysler, por su parte, ha eliminado por completo la producción de sus autos compactos de mediano tamaño en las fábricas en Michigan e Illinois, despidiendo temporalmente a sus trabajadores mientras reequipa las plantas para producir SUVs y camionetas.
Alrededor de 4 mil 200 empleados en la fábrica de la compañía en Belvidere, Illinois, recientemente regresaron a trabajar tras haber sido temporalmente despedidos hace varios meses, y comenzarán a producir un nuevo modelo de SUV en la planta a finales de este mes.
Las buenas noticias en el panorama general del empleo son la expansión de la producción de los fabricantes automotrices con un nicho de mercado como la compañía de autos eléctricos Tesla, y las compañías de autos extranjeros, incluyendo BMW, la cual ha creado nuevos empleos en su única planta de Estados Unidos en Carolina del Sur.
Y los fabricantes automotrices tienen la esperanza de que las ventas de vehículos más grandes se refuercen aún más en los seis meses restantes de este año, tal como ha sido el caso en años anteriores.
“Ciertos factores de temporada impulsan una mezcla de ventas al menudeo mucho más alta de camionetas y vehículos de utilidad en la segunda mitad del año, por lo que tiene sentido hacer ajustes en la producción de autos”, dijo James Cain, portavoz de General Motors.
Pero pocos en la industria esperan que haya un crecimiento importante en el empleo. GM, por ejemplo, recientemente dio marcha atrás a sus proyecciones en ventas industriales para la segunda mitad del año, y los analistas predicen que las ventas anuales caerán por debajo de los 17 millones de vehículos el año entrante por primera vez desde el 2014.
“Hemos comenzado a entrar a un periodo que llamamos post-punto álgido”, según dijo Jonathan Smoke, jefe economista de Cox Automotive, compañía que opera los sitios de investigación automovilística de Kelley Blue Book y Autotrader.
Una fábrica que prosperó tras la bancarrota de GM en el 2009 fue su planta de autos pequeños en Orion Township, Michigan, al norte de Detroit.
La compañía invirtió más de 500 millones de dólares para remodelar la fábrica y comenzar a producir autos subcompactos. El año pasado agregó la producción del nuevo Chevrolet Bolt, un auto eléctrico.
Pero la demanda de autos pequeños ahorradores de gasolina ha menguado de manera drástica debido a los bajos precios en el combustible. A pesar de su moderna producción tecnológica, la planta de Orion se ha quedado con una única jornada de trabajadores, con muy pocas esperanzas de expandir su producción.
Los trabajadores en la planta se sintieron animados este año cuando GM agregó una pequeña producción para convertir los Bolts en vehículos autónomos para ponerlos a prueba.
Aunque no ha creado más empleos, el proyecto de vehículos autónomos fue una adición bien recibida por una planta que opera muy por debajo de su capacidad.
“Es grandioso formar parte del lanzamiento de un producto –incluso si es uno pequeño”, dijo Lindsi Green, una de un puñado de empleados que trabajan en los prototipos de autos que se manejan solos.
(The New York Times)

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