El Diario Digital
2017-06-30
Hicieron falta 10 años ⎯y multas por 2 mil millones de dólares⎯ pero han regresado los grandes bancos.
La calificación aprobatoria que la Reserva Federal otorgó a las 34 instituciones cuya solidez financiera revisa anualmente ⎯en la primera aprobación total, desde que en 2011 se iniciaron los exámenes de la Reserva⎯ constituye un parteaguas, dijo hoy The New York Times.
Si bien algunas de las consecuencias se sentirán antes que otras, todas serán de amplio alcance. Entre los ganadores inmediatos se encuentran tanto inversionistas como ejecutivos bancarios, quienes podrían ver crecer aun más sus paquetes salariales.
Inclusive con el mercado estando el jueves a la baja, las acciones bancarias subieron mientras los inversionistas aplaudían los grandes aumentos de dividendos anunciados por JPMorgan Chase, Wells Fargo, Citigroup y otras instituciones financieras después del comunicado de la Reserva.
“No se trata de algo repentino. Se veía venir desde hace mucho”, dijo Guy Moszkowski, socio administrativo de Autonomous Research U.S., una empresa independiente con matriz en Nueva York. “Pero hoy los bancos estadounidenses tienen un capital más sólido que en cualquier momento de mi carrera, que comenzó en 1979”, comentó.
Por otra parte, críticos temen que una Casa Blanca de mayor tendencia no intervencionista y suavizar la presión reguladora podrían abrir el camino para que regresen los malos tiempos de tratos con influencia y despreocupación enormes hasta que se acabe inevitablemente la música.
“Éste no es momento para poner el freno a las regulaciones”, consideró Mark T. Williams, experto bancario de la Universidad de Boston y exauditor bancario de la Reserva Federal. Williams señaló que al encontrarse el 80 por ciento de los activos bancarios en manos de los 10 bancos más grandes, “debe monitorearse estrechamente este poder financiero concentrado en los principales bancos”.
“Sin reguladores y policías pendientes, los bancos tienen incentivos para asumir riesgos excesivos”, añadió Williams.
Este mes se cumplen exactamente 10 años de que se presentaran las primeras grietas que casi condujeron al derrumbe del entarimado económico nacional, cuando explotó la burbuja de la vivienda.