Economia

Preocupan al sector aeronáutico intenciones proteccionistas de Trump

AFP

2017-06-22

Le Bourget— La intención del presidente Donald Trump de devolverle su “grandeza” a Estados Unidos con un giro proteccionista puede agradar a su base electoral, pero preocupa a un sector aeronáutico cuya compleja cadena de abastecimiento depende del libre comercio.
El salón internacional de la aeronáutica de Le Bourget, cerca de París, abrió sus puertas un mes después de que la administración estadounidense lanzara un proceso para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Denunciado por Trump como perjudicial para los intereses de su país, dicho acuerdo permitió en los últimos 20 años el desarrollo de la industria aeronáutica en Canadá y México.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ya avisó que “en el ámbito de la aeronáutica” defenderá siempre a sus empresas y sus trabajadores, una firmeza compartida por el ministro de Desarrollo Económico de la provincia canadiense de Ontario, Brad Duguid, presente en Le Bourget.
Los responsables de Washington “han de saber que si el presidente Trump quiere alcanzar su objetivo de devolverle la grandeza a Estados Unidos, conseguirá el efecto contrario si toma medidas que dañen sus importantes relaciones comerciales con Canadá y Ontario”, asegura Duguid a la AFP.
El ministro piensa, por supuesto, en los intereses de su provincia, que realiza el 80% de sus exportaciones hacia Estados Unidos, incluidos componentes de aviones. Según él, nueve millones de empleos estadounidenses dependen de una relación comercial sin obstáculos entre Canadá y el país vecino.
La preocupación también es palpable entre los industriales estadounidenses como Remy Nathan, vicepresidente de negocios internacionales de la poderosa Asociación Estadounidense de Industrias Aeroespaciales (AIA), que agrupa a 341 compañías.

Incertidumbre

“Hay algunas cuestiones en los ámbitos de la política internacional o interna que volverían más competitivo nuestro sector, pero para nosotros la respuesta debe consistir en buenas políticas públicas, y no en deteriorar las relaciones existentes (...) con nuestros socios internacionales”, añade.
El TLCAN estimuló el crecimiento de las industrias aeronáuticas canadiense y mexicana e incitó a las empresas estadounidenses a invertir.
México, uno de los blancos favoritos de Trump, atrajo cerca de 800 millones de dólares en inversiones directas estadounidenses en ese sector, gracias a una mano de obra más barata, según un estudio de la consultora PwC.
“Las conversaciones sobre lo ‘fabricado en Estados Unidos’ preocupan a la AIA por sus consecuencias imprevistas sobre los proveedores” si se vuelven a levantar barreras aduaneras, opina Robin Lineberger, responsable mundial del sector aeronáutico en la consultora Deloitte.
“En el sector, producimos piezas que deben ser certificadas por motivos de seguridad”, explica a la AFP. Por tanto, repatriar una línea de producción aeronáutica a Estados Unidos sería “mucho más largo que en el caso de una fábrica clásica”.

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