Economia

Teme EU control ruso de petróleo Citgo

Reforma

2017-05-19

Nueva York– Las autoridades financieras estadounidenses investigan el creciente apalancamiento del Gobierno ruso sobre Citgo Petroleum Corp, de acuerdo con un reporte de The Wall Street Journal que cita a funcionarios estadounidenses y miembros del Congreso.

Esto, en medio de un creciente temor de Estados Unidos de que el Kremlin intente usar la energía como un arma política contra ellos.

El gigante petrolero estatal ruso PAO Rosneft ha acumulado en los últimos meses una deuda para financiar la compra de activos de la empresa que le permitiría eventualmente hacerse con el control de Citgo, la filial con sede en Houston de Petróleos de Venezuela (PDVSA).

En el caso de una quiebra -una posibilidad cada vez más creíble para funcionarios estadounidenses-, Rosneft estaría en condiciones de hacerse con su adquisición.

La posibilidad preocupa al Departamento del Tesoro y otras dependencias estadounidenses, así como al Capitolio, pues Rosneft podría tratar posteriormente de obtener el control de los vastos activos energéticos de Citgo en Estados Unidos.

Estos incluyen tres refinerías de petróleo, nueve oleoductos y casi 50 plataformas petroleras, de acuerdo con los funcionarios citados por el diario.

Dicho escenario también podría escalar el tironeo entre Washington y Moscú, quienes están en disputas por sanciones económicas y actualmente intentan negociar un acuerdo de paz en Siria.

"Este es un tema que conozco", dijo el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en una audiencia en el Congreso este jueves, refiriéndose a las preocupaciones sobre Rosneft.

"Puedo asegurarles que esto, como cualquier otro asunto de seguridad nacional, será revisado", añadió.

La revisión sobre Citgo es la segunda vez que el Gobierno de Trump examina las operaciones de Rosneft desde que asumió el cargo, en enero.

La empresa rusa y su director ejecutivo, Igor Sechin, fueron sancionados por el Departamento del Tesoro en 2014 tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.

El mes pasado, el presidente Donald Trump se pronunció personalmente contra el intento de Exxon Mobil de renovar una empresa conjunta con Rosneft en el Mar Negro.

Además, los legisladores estadounidenses aseguraron ayer que cualquier asunto que involucre a Trump y Rusia será examinado detenidamente en el Capitolio debido a la intensificación de las pesquisas federales y parlamentarias sobre los contactos entre la campaña de Trump y funcionarios de Moscú.

Varias compañías estadounidenses tienen reclamos sobre los activos de Venezuela que datan de la incautación del país de miles de millones de dólares de operaciones comerciales, y cualquier pelea por Citgo podría durar años.

Por otra parte, los demócratas han planteado preguntas sobre una donación de 500 mil dólares hecha por Citgo Petroleum a la inauguración de Trump.

La donación se produjo en medio de una crisis económica en Venezuela que obligó a PDVSA a buscar financiamiento de emergencia de Rosneft y otras fuentes.

En el último año, se ha profundizado en Venezuela la crisis política y financiera.

Sechin, el CEO de Rosneft, indicó a periodistas el jueves en Berlín que su compañía había reclamado a PDVSA el 49.9 por ciento de Citgo como garantía por préstamos por un valor de 1.5 mil millones de dólares.

Sin embargo, el petrolero ruso y cercano colaborador del Presidente ruso, Vladimir Putin, negó que Rosneft estuviera tratando de operar directamente cualquiera de los activos de Citgo dentro de Estados Unidos.

"No queremos operar esta red y no tenemos la intención de hacerlo", afirmó Sechin, según medios estatales rusos.

Tanto exfuncionarios como funcionarios actuales estadounidenses dijeron al Wall Street Journal que si Rosneft intenta hacerse de Citgo, podría resultar en un problema difícil para la Administración Trump.

Si Rosneft tratara de obtener el control de Citgo, el Departamento del Tesoro estadounidense técnicamente se vería obligado a imponer sanciones a Citgo, debido a las sanciones actuales de Washington a Moscú, según funcionarios.

Actualmente, Rosneft no puede obtener préstamos a largo plazo en dólares estadounidenses, ni como comprar ciertos equipos avanzados de perforación estadounidense debido a las sanciones por la anexión de Crimea.

Sin embargo, Citgo tiene operaciones tan grandes dentro de Estados Unidos que el Departamento del Tesoro probablemente se vería obligado a conceder a la compañía licencias especiales para asegurar que continúe funcionando sin problemas, según las mismas fuentes citadas por el WSJ.

Ante tal situación, la capacidad del el Comité de Inversión Extranjera estadounidense (CFIUS) para revertir una toma de Rosneft de Citgo no está clara, alertaron los funcionarios.

Esto, debido a que la potencial demanda de la firma rusa a Citgo se ha amasado fuera del sistema financiero estadounidense.

La única transacción que tuvo lugar dentro de Estados Unidos, la adquisición inicial de Citgo por PDVSA, se remonta a los años ochenta.

De materializarse la toma de Citgo, Rusia lo podría utilizar como arma política.

Como ejemplo, los gobiernos europeos han acusado reiteradamente a Putin de utilizar los suministros de gas rusos al continente como un medio para afectar las políticas.

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