Reforma
2017-05-11
Ciudad de México— En búsqueda de gasolina, al menos una vez al mes los ductos de gas natural a cargo del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) sufren un intento de ordeña, estimó David Madero, director general del organismo.
“Sí nos pican a veces los ductos buscando gasolina y en cuanto sale un chisguete de gas a una presión muy fuerte nosotros tenemos que ir a reparar, pero ahí se acaba el problema”, mencionó tras su participación en el México Business Forum 2017.
Explicó que en el caso del gas natural no hay tomas clandestinas, pues no es fácil sacarlo para después meterlo a otra parte.
El Cenagas invierte varios millones de pesos en reparaciones, dependiendo del ducto, su diámetro y el daño.
El director general de Cenagas resaltó que picar los ductos es potencialmente peligroso para quien comete el ilícito, pues puede registrarse una explosión.
El Cenagas tiene a su cargo el Sistema Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangas), el cual está conformado por el Sistema Nacional de Gasoductos y seis sistemas periféricos operados por permisionarios.
En otro tema, el director general de Cenagas detalló que actualmente México importa 4 mil millones de pies cúbicos diariamente de gas natural, de los cuales poco más de la mitad entra a través del Sistrangas.
“Las importaciones hoy no pueden crecer hasta que crezca la capacidad de importar; ya en Ramones estamos metiendo todo lo que se puede meter y, básicamente, yo no espero un crecimiento hasta que entre en operación uno de estos ductos que cruzan la frontera”, mencionó.
El Cenagas prevé que las importaciones crecerán alrededor de 600 millones de pies cúbicos anualmente, en los próximos cinco años.
Cuidar cada uno cuesta hasta 1.9 mdp al día
El traslado seguro de los combustibles en el poliducto que conecta a las refinerías de Pemex en Cadereyta, Nuevo León, con la de Madero, Tamaulipas, llega a costar hasta un millón 910 mil pesos en un día normal de operación, de acuerdo con un análisis de Grupo Reforma con base en información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Para este ducto de 488.5 kilómetros y capacidad operativa de 38 mil barriles diarios –el segundo con más ordeñas en el país– la CRE aprobó un costo por prevención del delito de 50.28 pesos por barril transportado.
Dicha cifra y el costo implicado toma en cuenta el volumen transportado, la distancia y aspectos de seguridad propios del tramo según los datos que Pemex entregó a la CRE.
Vigilar ese ducto bidireccional, pero en el sentido de Madero a Cadereyta, le cuesta a Pemex 773 mil 150 pesos diarios en la capacidad disponible (47 mil barriles) desde la refinería en Tamaulipas hasta el “Kilómetro 0”, y unos 836 mil pesos desde esa ubicación al punto de extracción en Nuevo León.
Seguido de esos ductos, el más caro de vigilar, es el que va de la refinería de Minatitlán, Veracruz, a la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) de Tierra Blanca, en la misma entidad, y que alcanza los 781 mil pesos al día (10.70 pesos por barril).
Según la resolución RES/224/2016 de la CRE, los datos enviados por Pemex, ajustados por el órgano regulador, serán reconocidos a la empresa productiva del Estado para recuperar costos de la inversión a la reparación y seguridad implementada entre 2016 y 2018, para después de este año ser ajustados según las disposiciones administrativas en la materia.
Expertos avizoran que estos costos serán un problema para quienes construyan ductos privados.