Martin Coronado
El Diario
El ducto de gas natural que conecta a Estados Unidos con San Isidro y Samalayuca ya empezó a operar para abastecer a la planta de la Comisión Federal de Electricidad en Samalayuca, informó ayer personal de la empresa durante un evento en el que presentaron una donación de una ambulancia y lámparas LED instaladas en 32 escuelas.
José Luis Niglia, gerente de Proyecto de IEnova, indicó que desde el 14 de marzo el ducto está operando al entregar gas a la CFE en Samalayuca, además de que aporta gas para otro ducto que se encuentra en ese poblado y que lo envía al centro del estado.
La conexión tiene una longitud de 25 kilómetros y diámetros de 36 y 42 pulgadas, según datos que la empresa tiene en su página de Internet.
Este ducto tiene tres funciones principales que son abastecer la planta de CFE que está en Samalayuca, también la que está en construcción en el kilómetro 30 de la carretera Panamericana, así como transferir el gas que viene desde la cuenca de Waha a Samalayuca, de donde podrá ser enviado al centro del estado y de ahí al resto del país, o bien a Sonora cuando se termine el ducto que se está construyendo hacia Sásabe.
“Se trata de un gasoducto con una capacidad contratada de mil 135 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, con 25 kilómetros de longitud y dos segmentos, el primero de 42 pulgadas de diámetro, y el segundo segmento de 36 pulgadas, que iniciará en el cabezal de distribución y terminará en la interconexión al futuro ducto Samalayuca-Sásabe y la Central Norte III y tiene una capacidad contratada de 625 millones de pies cúbicos diarios”, dice la empresa en su portal.
Durante el evento de donación, Juan Rodríguez Castañeda, vicepresidente de Asuntos Ejecutivos de IEnova, dijo durante el evento que este ducto tuvo un costo de 130 millones de dólares, y que es parte de una inversión de más de 500 millones de dólares que la empresa tiene en el estado.
El alcalde Armando Cabada Alvídrez recordó que la construcción del ducto fue retrasada en su momento debido a que pasa cerca del Cefereso, donde la extrema vigilancia que se tenía sobre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán complicó el desarrollo de la infraestructura.
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