Agencias
2017-04-18
Washington— El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes sus previsiones sobre el crecimiento de la economía mundial, rebajó ligeramente sus estimados para Latinoamérica, aunque dijo que la región sigue en camino para salir de la recesión registrada en el 2016 gracias al empuje de México, para el que mantuvo sus pronósticos.
El FMI advirtió que las políticas proteccionistas amenazan con detener la recuperación a amplia escala.
El organismo, que esta semana lleva a cabo sus reuniones de primavera boreal con el Banco Mundial, dijo que la economía mundial ha repuntado y parece colocada en la senda de una expansión sostenida que resultará en un crecimiento de 3.5 por ciento este año, una décima arriba de su estimación de enero, y de 3.6 para el 2018.
Como trasfondo de estas proyecciones, la institución citó las favorables condiciones en el ámbito financiero y comercial del mundo, donde dijo se registra "una recuperación cíclica largamente esperada", aunque el empuje continuará proviniendo de la actividad de los países emergentes.
Para México, el Fondo anticipó un crecimiento económico de 1.7 por ciento durante el 2017 y de 2 por ciento para el 2018, en ambos casos sin cambios respecto a su estimado de enero, y destacó que existen indicadores favorables para el país en el mediano plazo.
El FMI consideró que la implementación en México de las reformas estructurales en los sectores energético, laboral, de telecomunicaciones y financiero, "estimularán previsiblemente el crecimiento alrededor de medio punto porcentual a mediano plazo".
En su reporte Proyecciones Económicas Mundiales (WEO), el Fondo destacó también el impacto que la recuperación de los precios de las materias primas ha tenido en las condiciones económicas del mundo.
"El fortalecimiento de la actividad y las expectativas de robustecimiento de la demanda mundial, sumados a las restricciones que se ha acordado aplicar a la oferta de petróleo, han colaborado para que los precios de las materias primas dejen atrás los mínimos registrados a comienzos del 2016", señaló la institución.
Explicó que ese aumento ha dado alivio a los exportadores de materias primas, empujado al alza general la inflación mundial, "y ha aliviado las presiones deflacionarias".
"Los mercados financieros vienen operando al alza y con expectativas de prolongación de las políticas de estímulo en China y expansión fiscal, así como desregulación en Estados Unidos. Si la confianza y el optimismo de los mercados siguen siendo firmes, el crecimiento a corto plazo bien podría sorprender positivamente", indicó.
China y la India encabezarán la fuerte expansión dentro de las economías emergentes, bloque que crecerá en su conjunto a un ritmo de 4.5 por ciento este año, una décima de punto por debajo de la proyección contenida en el reporte pasado, aunque repuntará a 4.8 por ciento para el 2018.
Destacó el desempeño de la India creciendo a tasas de 7.2 por ciento este año y de 7.7 por ciento en el 2018, en tanto China aumentará 6.6 por ciento este año y 6.2 por ciento el próximo.
Notable también es el desempeño de las economías emergentes y en desarrollo de Asia, donde el Fondo Monetario Internacional proyectó un crecimiento sostenido de 6.4 por ciento en el 2017 y 2018.
Dijo que la actividad en las economías avanzadas será moderada, de 2 por ciento para el 2017 y 2018, con una revisión mínima al alza de una décima de punto para este año.
En Estados Unidos se esperan tasas de 2.3 y 2.5 por ciento para este año y el próximo año de manera respectiva, con revisiones al alza en los dos, y por encima de la expansión de 1.7 y 1.6 proyectados para los países de la región del euro.
En cambio, la economía en América Latina continuará sometida, con tasas de 1.1 y 2 por ciento para este y el próximo año, en ambos casos con revisiones a la baja respecto de las proyecciones previas.
Las previsiones para Brasil, la primera economía de sudamérica, se mantienen como las adelantadas por el Fondo en enero y suben dos décimas para el 2018, al pasar del 1.5 a 1.7 por ciento.
Con esos datos, Brasil consolidaría una recuperación que tocó fondo en el 2016, cuando registró un retroceso económico del 3.6 por ciento.
Argentina también contribuirá a la recuperación de América Latina, al crecer un 2.2 por ciento en el 2017 y un 2.3 por ciento en el 2018, tras la contracción del 2016, y con un consumo e inversión pública más solidos.
El punto negro seguirá siendo la situación de Venezuela, ya que, según el FMI, su PIB retrocederá un 7.4 por ciento en el 2017 y un 4.1 por ciento en el 2018.
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