Economia

Bloqueará Uber propuesta de formar sindicato

El Diario Digital

2017-03-11

Cada día, antes de confirmar el servicio en su aplicación de Uber, el chofer Fasil Teka de Seattle primero debe enterarse de los podcastas que está enviando la empresa sobre el derecho que tiene para votar, realizar negociaciones colectivas y audiencias en el ayuntamiento.
Él y otros choferes de la ciudad también están recibiendo mensajes de texto, invitaciones a reuniones y sondeos telefónicos de la empresa Uber Technologies Inc., en un intento, asegura la compañía, de influir en ellos en contra de hacer un sindicato, según reveló hoy The Wall Street Journal.
Teka comentó que no lo han persuadido. “Uber nos está diciendo que no quieren que nos unamos al sindicato”, comentó este hombre de 41 años, que es uno de los 1.5 millones de “socios” de Uber, como los llama la empresa.
“También nos está diciendo que somos sus socios, pero no nos tratan como si lo fuéramos”.
Uber está preparándose para una larga batalla en Seattle para bloquear el primer esfuerzo que se está haciendo en el país para formar un sindicato para los choferes que operan en base a una aplicación, enfrentando al sindicato laboral Teamsters y al ayuntamiento de Seattle.
La empresa asegura que el sindicato amenaza la libertad de sus choferes para trabajar mucho o poco según quieran ellos y que es algo que ellos no desean.
“Continuamente tratamos de tener una retroalimentación con los choferes sobre cómo podría mejorar su experiencia”, comentó Caleb Weaver, jefe de políticas públicas de Uber en el Estado de Washington.
“Al nivel más fundamental de este negocio, nosotros no tenemos éxito a menos que lo tengan los choferes”.
En una serie de podcasts, Brooke Steger, administrador general de Uber para el Noroeste del Pacífico, entrevista a los choferes acerca de la manera en que podrían ser afectados por un sindicato, concluyendo que no les conviene.
Esa lucha en Seattle es la medida más reciente de una continua batalla que los choferes están librando en contra del modelo de contratista independiente de Uber, que está presionándolos con gastos como el combustible, mantenimiento del vehículo y seguros a cambio de la promesa de darles un trabajo constante.
Ese modelo es la razón principal por la que Uber vale 68 billones de dólares, aunque la empresa ha enfrentado una constante oleada de demandas que cuestionan la clasificación de que no tiene empleados.
Una ordenanza que aprobó Seattle en el 2015 y que entró en vigor en enero les dio a los choferes el derecho a votar para organizarse, lo cual significa que los 10 mil contratistas de Uber podrían obtener el derecho de negociar las tarifas y beneficios.
La disputa ha tomado una urgencia adicional en los últimos días ya que Teamsters trata de tener acceso a la información de los choferes de Uber y su rival Lyft Inc, para ayudarlos a organizarse aun cuando se ha entablado una avalancha de demandas que están desafiando la ordenanza, incluyendo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Aunque Uber ha sido golpeada por reclamos de acoso sexual de un ex ingeniero, una demanda que entabló Alphabet Inc., alegando el robo de secretos comerciales y la filtración de un video que muestra al director ejecutivo Travis Kalanick reprendiendo a un chofer.
La empresa comentó que un sindicato podría amenazar la libertad de los choferes y ha sugerido que podría salir de Seattle si se forma alguno.
Activistas a favor de los sindicatos dijeron que podrían tener salarios y condiciones de trabajo más consistentes, e impedir que Uber y su rival Lyft ajusten arbitrariamente las tarifas o cierren las aplicaciones de los choferes.
Aunque el Decreto Nacional de Relaciones Laborales sólo les garantiza a los empleados, no a los contratistas independientes, el derecho de negociar un acuerdo colectivo, un grupo organizado de Seattle podría representar una amenaza para la suspensión masiva de trabajo u otras acciones.
Los choferes han tratado infructuosamente de combatir en la corte su estatus de trabajadores independientes, aunque un grupo de la Ciudad de Nueva York formó una afiliación respaldada por un sindicato y en este mes algunos choferes de Filadelfia se unieron a los Trabajadores de Comunicaciones de América para solicitarle mejores salarios a Uber.
Los organizadores de Teamsters en la Bahía de San Francisco dijeron que están observando cercanamente a Seattle para aprender lecciones que podrían ser aplicadas en la ciudad de origen de Uber, que es uno de los mercados globales más grandes.
Seattle también es una prueba crucial para millones de los trabajadores de la llamada economía temporal que son repartidores, recaderos y llevan a cabo tareas independientes como contratistas.
Uber demandó a Seattle en el mes de enero para bloquear la ordenanza, discrepando con reglas que señalan cuáles choferes pueden votar para unirse a un sindicato.
Para hacer eso, el año pasado los choferes tuvieron que completar 52 viajes que empezaran o terminaran en Seattle en un período de tres meses.  La empresa comentó que desea más votos representativos.
Un mayor número de sus choferes ocasionales, que prefieren la flexibilidad para trabajar cuando ellos quieren, es menos probable que los trabajadores de tiempo completo que apoyan el sindicato, según cree la empresa.
Una audiencia relacionada con la demanda se espera que se efectúe al final de este mes.  Si la corte permite que proceda la ordenanza, los choferes de Uber y Lyft en Seattle podrían votar para formar un sindicato tan pronto como este verano.
Uber también formó un grupo de cabildeo no lucrativo llamado Drive Forward, que consta de 800 choferes que ocasionalmente protestan en audiencias públicas y han impreso anuncios y escrito artículos en el periódico Seattle Times.
Chris Pugh de 54 años, comentó que votaría en contra del sindicato. “No creo que Uber pueda cambiar las cosas arbitrariamente sin arriesgarse a que se vayan los choferes”, dijo. 

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