Reforma
2017-02-21
Ciudad de México— Si se desactiva el TLCAN, México también perdería otras ventajas de acceso al mercado estadounidense, como facilidades aduaneras y permisos fitosanitarios.
Esta sería una de las mayores pérdidas si desaparece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), coinciden expertos.
Los bienes del País tienen acceso preferencial no sólo en cuestión de impuestos-aranceles, sino también por la eliminación de barreras no arancelarias, como facilidades aduaneras y permisos fitosanitarios, explicó Luis Enrique Zavala, vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).
“Sobre las regulaciones y restricciones no arancelarias hay preocupación tanto en la Secretaría de Economía como en la iniciativa privada porque tememos que vía regulaciones o regla de origen sea que Estados Unidos intente poner medidas restrictivas”, explicó en entrevista.
Estados Unidos es uno de los países que más barreras técnicas al comercio ejercen, de acuerdo con el reporte “Impacto de las medidas no arancelarias”, elaborado por el Centro Internacional de Comercio.
Dicho documento explica que ese país utiliza estos recursos como una especie de esquema proteccionista.
Por ejemplo, las medidas sanitarias y fitosanitarias son de carácter técnico que rigen la evaluación de la conformidad relacionados con la calidad y los requisitos higiénicos en el proceso de producción de agroindustriales.
Si un país determina que los productos entrantes no cumplen con los requisitos, pueden prohibir su importación.
Aunque utilizados eficientemente protegen la vida humana o animal de contaminantes o toxinas, enfermedades transmitidas por plagas u otros organismos patógenos, también pueden ser usadas como barrera.
“La historia de México con Estados Unidos en materia de regulaciones fitosanitarias o de otro tipo de barreras técnicas no ha sido muy bondadosa, con todo y TLCAN”, precisó Zavala.
Pero Estados Unidos ha utilizado estos argumentos como excusa para no permitir la entrada de productos mexicanos.
Por ejemplo, argumentando que la caza del atún por parte de mexicanos es insegura para otras especies marinas, mantiene un bloqueo que ha durado más de 20 años para este producto cuando viene enlatado.
Otros casos son la papaya, que duró bloqueada entre 2011 y 2012, o el aguacate, durante 2001, cuando se les cerró el paso porque se les acusó de ser portadores de mosca de la fruta y de gusano barrenador.
“Se alegó que eran barreras técnicas pero en muchos casos era imposible que fuera una amenaza real, como cuando acusaron que legumbres portaban salmonela cuando esto no ocurre porque ese parásito requiere que el huésped tenga órganos digestivos y los vegetales no tienen.
“Estados Unidos siempre han usado estos mecanismos para ganar tiempo y proteger a su industria”, puntualizó.