Martin Coronado
El Diario
La posición geográfica de México, los bajos costos laborales y de operación, los acuerdos comerciales que ha orquestado con muchos países y la cadena de suministro que ha armado, hacen casi imposible que la industria automotriz abandone el país, señala un análisis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Expertos locales agregan que difícilmente las autopartes –que conforman casi el total de la producción automotriz en Juárez– podrán manufacturarse en Estados Unidos a costos similares, y que es muy complicado y caro mover todas las operaciones para ir a un lugar donde será más costoso operar.
“No creo que las empresas transnacionales estén dispuestas a cancelar sus inversiones y destruir la cadena de producción, distribución y comercialización, básicos para la globalización e integración de países en bloques regionales de industria y comercio”, consideró Angelina Gutiérrez Arriola, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
La posición geográfica de México, los bajos costos laborales y de operación, además de su apertura y desregulación, lo convierten en el séptimo productor de vehículos en el orbe y primero en América Latina. Es el cuarto exportador de autos y el quinto fabricante de autopartes, abundó.
En el caso de Juárez, las autopartes destacan entre las fábricas de mayor producción, las que más empleo generan y que más plantas tienen.
Un análisis de Index Juárez indica que en la ciudad el 35 por ciento de trabajadores ocupados en la industria manufacturan algo del sector automotriz, y el 22 por ciento de las fábricas hacen productos de este tipo.
La postura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuya presión política ha obligado a cancelar algunas inversiones en el país, desbaratará los bloques de cadenas de ensamble.
“No sé qué ocurrirá si Trump crea un arancel tan alto (35 por ciento) para permitir que los automóviles entren al mercado norteamericano”, subrayó Gutiérrez Arriola.
Ante este escenario, la experta en inversión extranjera afirmó que las negociarán para seguir con esta dinámica. “Siempre se han caracterizado porque van a territorios que les ofrecen mejor rentabilidad en la producción, pero también buscan los principales mercados para las ventas”.
La idea es trabajar con la nueva administración y con el congreso de Estados Unidos para asegurar que el desarrollo de políticas de impuestos y de negocios sea justo y equitativo para esta industria y conseguir el crecimiento económico, dijo.
Víctor Yanar Ríos, especialista en Comercio Exterior del despacho fiscal BéndiksenLaw, explicó que el mover las líneas de producción de las maquiladoras en Juárez implica costos muy altos, que difícilmente se podrían compensar.
Además recordó que lo que se manufactura en Juárez son principalmente autopartes, que todavía no son blanco directo del presidente electo de Estados Unidos.
También dijo que México tiene oportunidad de defenderse ante organismos internacionales si se plantea el arancel de 35 por ciento que ha mencionado Trump.
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