Martin Coronado
El Diario
Un acuerdo publicado ayer por la Secretaría de Economía en el Diario Oficial de la Federación complicará la importación de productos catalogados como sensibles a la industria maquiladora que no está certificada, lo que significa un duro golpe para todas aquellas firmas que no están certificadas.
El experto en comercio exterior del despacho fiscal BendiksenLaw, Víctor Yanar Ríos, indicó que a partir de febrero las empresas tendrán que cumplir con nuevos requisitos, como informar a la autoridad la cantidad de insumos sensibles a importar, así como revelar parte de sus procesos, y determinar exactamente cuándo van a regresar los insumos en forma de producto a Estados Unidos. Además deberán tener un contador certificado ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
El especialista indicó que con esto, en lugar de facilitar la operación de las maquiladoras, se les está dando un aliciente más para que busquen otro país para producir.
Indicó que las maquiladoras más afectadas son las más pequeñas, que no están trabajando con certificaciones.
La nueva medida quedó establecida en el “Acuerdo que modifica al diverso por el que la Secretaría de Economía emite reglas y criterios de carácter general en materia de Comercio Exterior” publicado ayer en el Diario Oficial.
“Se ha ido acotando la facilidad para la importación de insumos para la industria, esta publicación agrega reglas al juego, e impone más requisitos que incluyen hasta fotos del lugar, tener un contador certificado, e impone cosas mayores como una previsión de la estancia de los insumos en el país, y de las cantidades de los materiales sensibles que se usarán”, abundó.
Agregó que desafortunadamente, México está por sí solo complicando la llegada de la inversión, ayudándole a Trump con sus promesas de campaña anti Tratado de Libre Comercio.
“Mientras la Secretaría de Economía debería ser de fomento, soporte y facilitación, se está convirtiendo en una secretaría que controla, supervisa, audita y fiscaliza, y eso le está complicando la vida a la industria”, criticó Yanar-Ríos
Señaló que estas prácticas son parte de una tendencia que ya lleva años, y que está sobrerregulando cada vez más a la industria, que ya aporta cerca del 15 por ciento del empleo formal en el país.
Recordó que aquí mismo en Juárez, el pasado jefe del Servicio de Administración Triubutaria, Aristóteles Núñez, vino a mostrar su política de desaparecer el esquema de la industria maquiladora.
“La verdad es que este tipo de reglas parece ser que, si no tiende a desaparecer a la industria, sí la está convirtiendo en una empresa cualquiera por tanta regulación”, criticó.
Recordó que en los 80, por ejemplo, no había materiales sensibles y las empresas podían traer lo que quisieran, siempre y cuando lo retornaran.
Ahora, criticó, hay materiales incluidos en un Anexo 1, como alcohol entre otras cosas, que simplemente no entran al país, y luego está el anexo 2, en el que hay materiales sensibles que tienden a proteger industria nacional como aluminios y otros, y ahora está el anexo 2B que incluye otra serie de materiales que no se pueden cruzar tampoco, o que están sujetos a reglas muy específicas.
Añadió que ahora la industria no sólo debe revisar el decreto Immex (Industria Maquiladora Manufacturera de Exportación), sino a las Reglas Generales de Carácter General por Secretaría de Economía y otras del SAT, más reglas de aplicación de los diferentes tratados y las directrices de la Secretaría de Hacienda a través de sus memorándums que manda cada que quiere.
Señaló que todas estas regulaciones han hecho de la maquiladora una industria clasista, donde las grandes y las certificadas son mejor tratadas por la autoridad que las empresas pequeñas que por su tamaño no se han podido certificar.
Además se encarece la operación porque hay que tener cada vez a más personas trabajando para cumplir con todas las reglas de todas las dependencias.
Dijo que la propia complicación expone a la industria a multas y hasta a caer en delitos dado que es muy difícil cotejar todos los reglamentos y normas, y se requiere de verdaderos expertos, que no son baratos.
Indicó que incluso uno de los mayores manufactureros de la ciudad le solicitó un estudio a fin de ver si aún sigue siendo conveniente el esquema maquilador, contra uno de certificaciones ante el gobierno.
Señaló también que toda esta reglamentación violenta los acuerdos con la Organización Mundial de Libre comercio, porque complica el flujo de las mercancías entre ambos países, mientras que la tendencia y la recomendación es abrir las fronteras.
Cuestionó que la política del gobierno federal hacia la industria sea de tratarlos como si fueran evasores fiscales a todos.
“En lugar de investigar, la autoridad dice: demuéstrame que no eres delincuente, eso es lo que hace con las certificaciones”, dijo el especialista en Comercio Exterior.
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