Reforma
2016-11-30
Washington— La compañía de aires acondicionados Carrier aceptó no trasladar puestos de trabajo desde Indiana a Nuevo León con tal de asegurar una buena relación con el presidente electo, Donald Trump, y evitar dañar el acceso de la empresa a contratos federales.
Carrier, cuya casa matriz es United Technologies, anunció el martes el freno a sus planes preelectorales de inversión en México, al indicar que no movería los empleos.
Según fuentes del diario The Indianapolis Star, tal decisión fue tomada después de una conversación telefónica con Trump. En ésta, el magnate habría mencionado la relación de United Technologies con el Gobierno federal estadounidense, vía contratos que suman 5 mil 600 millones de dólares al año.
“Carrier quiere estar en buenos términos con el Gobierno federal. Concluir el acuerdo fue una muestra de buena fe”, dijo una fuente anónima cercana a la negociación al diario local.
Anteriormente se había reportado que Carrier también recibió oferta de estímulos y exenciones fiscales por el Gobierno de Indiana para no retirar 800 empleos tras anunciar el cierre de dos fábricas, en febrero. El gobernador de Indiana que ofertó esos subsidios de 700 mil dólares al año fue justamente Mike Pence, el vicepresidente electo.
Durante la campaña, Trump prometió imponer tarifas a Carrier si decidía mover sus operaciones al país.
Citando a fuentes cercanas a United Technologies, la revista Fortune asegura que la negociación para mantener los empleos en Indiana inició una semana tras el triunfo de Trump con una llamada a Greg Hayes, el presidente de la empresa.
No obstante, Fortune destaca que United Technologies mantiene sin cambios planes para trasladar mil 300 empleos a México, incluyendo 600 en Nuevo León y 700 trabajos de una planta de Huntington.