Economia

Crecimiento chino se mantiene estable

AFP

2016-10-19

Pekín— El crecimiento de la economía china se mantuvo estable en el tercer trimestre, según la cifra oficial publicada ayer por las autoridades, un tenue respiro debido al mercado inmobiliario y a un inquietante aumento del endeudamiento.
El Producto Interno Bruto (PIB) chino registró una expansión de 6.7% interanual para el periodo de julio a septiembre, el mismo porcentaje registrado en el primer y segundo trimestres, anunció la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS).
Esta cifra oficial, cuya fiabilidad es a menudo cuestionada, es levemente superior a la previsión de un panel de analistas consultado por AFP, que pronosticaba una expansión de 6.6%.
China parece en condiciones de alcanzar el objetivo de un crecimiento anual de entre 6.5% y 7%, pero al precio de un exceso de créditos baratos que pueden debilitar el sistema financiero.
“La cifra corresponde tanto a lo esperado que hubiera podido escribir una reacción desde ayer”, ironizó Michael Every, analista de Rabobank, aludiendo a las supuestas manipulaciones de las estadísticas.
“Es increíble lo que se logra con una burbuja inmobiliaria y una subida loca del endeudamiento”, dijo a la AFP.
Esta resistencia del PIB “puede explicarse por un crecimiento más fuerte en los servicios inmobiliarios” pero “los servicios financieros también han sido probablemente fortalecidos con relación al año pasado”, dijo por su lado Capital Economics.
De hecho, la espectacular recuperación del mercado inmobiliario, con alzas de hasta 40% el metro cuadrado en los edificios nuevos, cumplió un papel clave. El sector inmobiliario y la construcción representan alrededor del 15% del PIB chino y en los últimos meses contribuyeron al rebote de la actividad manufacturera.
Sin embargo eso no fue suficiente para recuperar la producción industrial en su conjunto. En septiembre aumentó un 6.1% anual, menos de lo esperado.
La industria sigue penalizada por una demanda exterior morosa, –las exportaciones cayeron un 10% el mes pasado–, y la superproducción.
Las acerías chinas aumentaron su oferta en un 3.9% en un año, lo que irrita a los siderurgistas occidentales.
Las ventas minoristas, barómetro del consumo de los hogares, subieron 10.7% en septiembre, gracias a los préstamos bancarios.
Pero las palancas inmobiliaria y crediticia no van a durar mucho tiempo “porque las autoridades comienzan a restringir” las facilidades de compras de vivienda y “a frenar la expansión del crédito”, dijo a la AFP Claire Huang, de la Societé Générale.
La desaceleración ineluctabe de la economía china será “más evidente en el cuarto trimestre y el próximo año”, sostuvo Huang.
La política de reactivación a través del endeudamiento implementada en 2014 puede descarrilar. La deuda pública y privada china rondan el 250% del PIB, lo que hace temer una crisis financiera que inquieta al Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La economía nacional progresó de manera robusta, la calidad (del crecimiento) mejoró, y el desempeño general fue mejor de lo esperado”, dijo por su parte la oficina de estadísticas en un comunicado.
Sin embargo, añadió, “hay que ser conscientes de que el desarrollo económico (de China) continúa en un proceso delicado de transformación”.
“Los viejos motores del crecimiento van a ser reemplazados por nuevos. Una gran cantidad de factores están marcados por la inestabilidad y la incertidumbre, las bases de un crecimiento económico continuo no son lo suficientemente sólidas”, observó el instituto.
El gigante asiático se esfuerza por reequilibrar su modelo económico reduciendo las colosales sobrecapacidades que lastran la industria, eliminando las empresas públicas fuertemente endeudadas, e incentivando el consumo interno y el sector de los servicios.
Pero la transición tiene un costo: el crecimiento chino cayó en 2015 a su más bajo nivel en un cuarto de siglo (6.9%) y podría caer en 2016 a 6.6%, según el panel de 19 analistas consultado por AFP. Pekín apunta a un crecimiento este año de entre 6.5% y 7%.

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