El Diario
2016-10-16
En plena campaña para elegir al próximo presidente de los Estados Unidos y ante el discurso tan antiglobalización de uno de los candidatos, las inversiones de las empresas estadounidenses en otros países, especialmente en México han dejado de ser anunciadas con bombos y platillos, al menos por parte de General Motors, explica un reportaje de Bloomberg News.
“En abril, mientras se llevaba a cabo la campaña para las elecciones primarias, Ford anunció que invertiría mil 600 millones de dólares en México para fabricar automóviles compactos. Luego en septiembre informó que trasladaría a México la producción de automóviles compactos”, explica.
Estos eventos generaron fuertes críticas por parte del candidato republicano, Donald Trump, quien ha mantenido un discurso de protección a la industria de su país y en contra de los tratados de libre comercio.
El escándalo fue tal que el actual presidente de Ford, Bill Ford –bisnieto del fundador de la empresa–, se vio obligado a reaccionar a los ataques de Trump.
Ford dijo a finales de septiembre que la compañía fabrica más coches en Estados Unidos que ninguna otra empresa automovilística, y que Ford “es todo lo que (Trump) debería estar celebrando sobre Estados Unidos”.
La también estadounidense General Motors, GM, también acostumbrada a hacer públicas sus inversiones, se ha vuelto más discreta.
Mientras que hasta 2015 solía hacer anuncios oficiales e incluso publicarlo en su página de internet, actualmente no tiene comunicados de prensa en su sitio web, ni ha dado información sobre sus proyectos actuales.
“La estrategia de GM podría ser un indicador sobre cómo operarán las empresas estadounidenses si Trump gana la elección en Estados Unidos”, señala la agencia Bloomberg.
“Las grandes empresas estadounidenses están siendo cautelosas, no quieren tener problemas con los candidatos presidenciales”, dijo Mario Chacón, titular de la Unidad de Promoción de Negocios Globales de ProMéxico, en entrevista con Bloomberg.
Atraen bajos costos laborales
Desde principios de 2010, México ha atraído inversiones por 25 mil 800 millones de dólares, según información del Centro de Investigación Automovilística en Ann Arbor, Michigan.
Eso se explica en parte por sus bajos costos laborales: “alrededor de una quinta parte de lo que implica en Estados Unidos. Esto ha hecho que la mayoría de los fabricantes de automóviles operen o se expandan en México en años recientes”, señala Bloomberg.
Además de los costos laborales más bajos, México ofrece una serie de acuerdos comerciales internacionales y cercanía con el mercado automovilístico estadounidense.