Economia

Reducirá OPEP producción de petróleo; precios no subirán pronto: expertos

The New York Times

2016-09-29

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió el miércoles recortar modestamente su producción de petróleo a fines de este año. El acuerdo fue logrado en Argel pero sus detalles deberán definirse en la próxima reunión formal del grupo el 30 de noviembre, en Viena. Se espera que el recorte de la producción esté en el orden de los 700 mil barriles por día, a partir del nivel actual ubicado en poco más de 33 millones de barriles diarios.

El recorte representaría menos del 1 por ciento de la producción mundial y apenas reduciría el exceso de crudo que ha desplomado los precios. En esta fase aún no se han establecido los niveles de producción para cada país, lo que puede darle mayor libertad de acción a Arabia Saudita y otros productores que tienen grandes reservas, explican los expertos en energía.

Leonardo Buniak, economista y experto petrolero venezolano, dice que la estrategia adoptada por Arabia Saudita —líderes de la OPEP— de inundar el mercado tiene como principal objetivo defender el posicionamiento competitivo.

La Unión Europea estima que para 2030 el petróleo seguirá siendo la principal fuente de energía, con un 34 por ciento del mercado global. Buniak asevera que la región Asia Pacífico concentrará un 75 por ciento del crecimiento de la demanda mundial de crudo: “China e India van a crecer como nunca antes y la OPEP tumbó sus precios para cimentar su presencia en ese mercado”.

El analista explica que los bajos precios también son una estrategia para afectar la producción de petróleo de esquisto —cuyos costos de explotación en países como Estados Unidos y Canadá son muy altos— y ser competitivos: “Rusia aspira a convertirse en el mayor proveedor de China y otros países asiáticos, por eso la OPEP debe establecerse muy bien en esa región”.

La decisión del miércoles revirtió parcialmente un acuerdo anterior que mantuvo los niveles de bombeo con el fin de presionar a productores de mayor precio, como Estados Unidos y Canadá. A pesar de la caída de los precios, la producción estadounidense de esquisto ha resistido los embates del mercado, y las empresas redujeron los costos de exploración y producción.

La OPEP también parece alejarse de su pasada insistencia de que otros productores, en particular Rusia, participen de sus acuerdos de recorte.

En un comunicado, la organización anunció que el exceso de oferta no iba a desaparecer pronto: “Existe el riesgo potencial de que la actual volatilidad pueda continuar impactando negativamente en el futuro”.

Si bien el acuerdo de la OPEP puede fortalecer los precios del petróleo en el corto plazo, probablemente tendrá poco efecto a largo plazo. Llega en un momento en que la demanda, sobre todo en Estados Unidos, disminuye durante los meses de invierno, cuando la gente se traslada menos.

“Llegaron a un acuerdo sobre la reducción de la producción, lo cual es muy importante —pero aún debe hacerse la implementación real y eso siempre es incierto”, dijo Michael Lynch, presidente de Strategic Energy & Economic Research, empresa que ha asesorado a la OPEP en el pasado.

El acuerdo es una señal de que Arabia Saudita quiere mantener los precios bajos, pese a que se prevé que este año tendrán un déficit presupuestario de 98 mil millones de dólares, lo que ha ocasionado recortes en el gasto social y que soliciten préstamos en los mercados internacionales de crédito.

Irán, el principal rival de Arabia Saudita en los mercados globales, argumenta que deberían permitirle aumentar la producción después de años de sanciones internacionales que fueron levantadas en enero.

En Nigeria los rebeldes continúan atacando los oleoductos y otras instalaciones de petróleo, y en Venezuela la producción petrolera se ubica en 2.4 millones de barriles diarios, una baja de 350 mil barriles en comparación con el año pasado. Esa cifra es casi un millón de barriles por debajo de lo que se producía en 1998. Para colmo de males, la reciente debacle económica ha afectado tanto al país que Pdvsa, la estatal petrolera, le compra petróleo liviano a Estados Unidos para poder procesar su crudo.

“En el caso venezolano no aspiramos a un precio superior a los 45-50 dólares el barril para 2017”, explica Buniak. Agrega que no se vislumbra un aumento rápido de la demanda y la oferta excesiva seguirá siendo un factor importante. “Además el tema geopolítico pesa mucho en el Medio Oriente, sobre todo por la rivalidad del régimen saudita sunita contra el Irán chiíta, y esa competencia mantendrá bajos los precios”.

México, uno de los productores de América Latina que recientemente acometió una ambiciosa reforma energética, no pertenece a la OPEP, por lo que no se espera que reduzca la producción.

Para expertos como Miriam Grunstein, investigadora de Rice University, el gobierno mexicano no apoyará la tendencia que plantea la OPEP: “Una reducción de la explotación aunada al aumento de los precios de la gasolina y el incremento de las tarifas eléctricas podría ser la muerte electoral del PRI que es el partido gobernante”.

Grunstein explica que el acuerdo desató una perspectiva optimista que pretende ubicar los precios del crudo en 60 y 70 dólares por barril, si Rusia y los países no alineados con la OPEP aceptan el acuerdo. Pero dice: “Soy más escéptica porque tanto Rusia como Estados Unidos tienen sus propias agendas y en el caso de la industria petrolera, las posiciones políticas suelen imponerse”.

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