Alejandra López
Agencia Reforma
Ciudad de México— En vísperas de que se libere el precio de la gasolina y el diesel, Pemex informó que la producción en agosto fue la más baja desde que se comenzó a registrar el volumen diario, en 1993.
Esto redundó en un crecimiento de las importaciones, según reflejó la empresa en sus indicadores petroleros.
En agosto de este año Pemex produjo 299 mil 300 barriles diarios de gasolinas y 204 mil 800 barriles de diesel.
Con este volumen se abasteció sólo el 43.2 por ciento de la demanda interna mensual, la cual fue de un millón 165 mil 200 barriles diarios.
Las importaciones entonces se dispararon para cubrir el 56.8 por ciento faltante de ambos productos.
Hace 23 años Pemex producía 417 mil barriles diarios de gasolina y 274 mil de diesel.
Accidentes industriales y trabajo de mantenimiento en las refinerías Madero, Cadereyta y Minatitlán han reducido la oferta de combustibles en el país.
Estas tres instalaciones utilizaron en promedio sólo 38 por ciento de su capacidad.
La depreciación del peso frente al dólar, aunado a las crecientes importaciones de combustibles, presionarán los precios que el consumidor pagará el próximo año, cuando se liberen los precios.
Un ejercicio de Reforma revela que a partir del 2017, cuando Pemex podrá reconocer sus costos logísticos reales, podría registrarse un aumento en el precio de las gasolinas de al menos 10 por ciento.
Como los impuestos a los combustibles serán fijos el próximo año, según la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación 2017, el precio de la Magna utilizando infraestructura de Pemex resultaría en un mínimo de 15.33 pesos por litro, contra los 13.98 actuales.
(Con información de Luis Valle)