Economia

Detroit se planta contra el abandono

The New York Times

2016-08-17

PRIMERA DE DOS PARTES
Detroit— Donald Trump estuvo aquí el lunes de la semana pasada. Observó una distopía urbana de pobreza, crimen y deterioro, “Es el ejemplo viviente de la fallida agenda económica de mi contrincante”, dijo. Hillary Clinton arribó el jueves siguiente. Habló en el suburbio Warren, pero ella vio una alegre recuperación y una historia de agallas e innovación.
“Espero que mi contrincante de esta elección haya visto el mismo Michigan que yo”, dijo Clinton.
Detroit acostumbraba tener una historia muy clara. Era un símbolo de la economía estadounidense, pero luego se convirtió en una imagen de la ruina urbana de este país.
Sin embargo, es un lugar que no es muy dado a una profunda filosofía –  el canon literario está definido por las novelas de crímenes de Elmore Leonard, que nos mantienen al filo de la navaja– casi nadie en este lugar está totalmente seguro de lo que debe hacer en este momento en Detroit.
Existe un ‘boom’ de la construcción, desbordantes estadios deportivos y lujosos indicadores como Whole Foods Market o Shake Shack, que abrirá pronto, esos proyectos están transformando áreas dentro y fuera del Centro de Detroit, que en algún momento estuvo desolado.
Modernos negocios en Midtown y Corktown están atrayendo a los jóvenes de los suburbios y de otras partes.
En el 2014, la rápida salida de la traumática bancarrota de la ciudad ha sido seguida –y en esto casi todos están de acuerdo– por un progreso significativo, ya que mejoraron los servicios de la ciudad que desde hace tiempo se encontraba en la desesperanza.
Sin embargo, el significado que tiene para el resto de la ciudad y para los que se están beneficiando ha puesto en movimiento una retórica estratificada acerca del desarrollo, equidad, raza y clase social.
Se está desarrollando con una fuerza particular en lo que una vez fue la cuarta ciudad más grande del país y actualmente es un lugar que a la vez está luchando contra la pobreza, el crimen y las escuelas deficientes, aunque también está animada por lo que resta de su antigua gloria.
Las señales del progreso en el núcleo de la ciudad son difíciles de ignorar. Tomemos como ejemplo el Edificio Metropolitan, que en alguna ocasión albergó a los joyeros y relojeros de Detroit.
Se encuentra vacante desde los años 1970, como un arruinado castillo medieval, y actualmente es uno de varias docenas de edificios del Centro de la ciudad que están siendo restaurados.
“Eso encapsula el lugar en donde se encuentra actualmente Detroit”, comentó David Blaszkiewicz, presidente de Invest Detroit, una organización no lucrativa que ha invertido 251 millones de dólares en financiar al Metropolitan y otros proyectos inmobiliarios y empresariales en los últimos 20 años.
“El día de hoy podemos hacer que las cosas pasen y es algo que no pudimos hacer en las últimas tres o cuatro décadas”.
La falta de progreso es muy notable en los vecindarios en ruinas, cociéndose en el abrasador calor del verano.
En Maison’s Fine Food Diner, situado en el este de Detroit, el resurgimiento de la ciudad parece tan distante como los Alpes.
Unos posters deportivos de color amarillento que datan de la era del boxeador Thomas “HItman” Hearns decoran las paredes, junto con unos señalamientos descoloridos en los que se lee: “¿Perdió su trabajo? Siga comprando cosas extranjeras”.
“El centro de la ciudad está 90 por ciento mejor que lo que estaba hace 10 años, pero si uno camina unas cuantas cuadras en cualquier dirección, el panorama es terrible”, comentó Lulzim Shaqiri, la familia de su esposa ha tenido un restaurante desde 1983.
“Ustedes podrán hablar acerca de ayudar a los vecindarios, pero en realidad no hay ninguno aquí. Todo está muerto”. (Peter Applebome / The New York Times)
PANORAMA
La alguna vez cuarta ciudad más grande de EU está luchando contra la pobreza, el crimen y
las escuelas deficientes

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