Reforma
2016-08-15
Ciudad de México— De los principales socios comerciales que proveen a Estados Unidos de manufacturas, México fue el único cuyas ventas no se contrajeron, según datos de la Oficina del Censo de ese país.
En el primer semestre del año, las importaciones estadounidenses de esta clase de productos sumaron 928 mil 618 millones de dólares, 3.2 por ciento menos que el mismo período del año pasado.
México, con ventas por 129 mil 451 millones de dólares, experimentó un crecimiento de 1.5 por ciento, pero fue la excepción entre la mayoría.
China, que es el principal vendedor, registró 207 mil 944 millones de dólares, una caída de 6.9 por ciento, y Canadá, que ocupa el tercer sitio por debajo del país, vendió 101 mil 772 millones de dólares, 3.5 por ciento menos.
Caso similar ocurrió con Japón, con una baja de 4.3 por ciento; Alemania, de 7.9; Corea del Sur, 0.3; Reino Unido, 10.5, e India, con una disminución de 1.2 por ciento.
A consecuencia de esto, la participación del país en el mercado de importaciones tuvo un ligero crecimiento para llegar a 13.94 por ciento, cuando previamente tenía 13.29. China tuvo un retroceso al poseer 22.4 por ciento contra el 23.3 por ciento previo.
"La actividad del mercado estadounidense ha mejorado, hay mayores compras porque su actividad manufacturera está remontando y tienen cierta dependencia de los insumos que les suministramos", explicó José Manuel Chaparro, presidente de fomento industrial de la Canacintra.
Otra cuestión que ha tenido un impacto favorable es el tipo de cambio, que con un dólar fuerte contra el peso causa un efecto de estimulación.
También la cercanía geográfica aporta, puesto que permite que la cadena de proveeduría se adapte a cualquier cambio con poco tiempo.
"El TLCAN facilita las exportaciones porque no hay aranceles, las restricciones a productos de entrada son menores y los programas que se han creado para garantizar que la mercancía es segura ayuda a un mejor despacho aduanero", puntualizó.
Sin embargo, Chaparro dijo que los últimos meses han sido complicados para los productores nacionales puesto que los constantes cierres a las vías de comunicación por manifestaciones están frenando las cadenas de logística y eso está convirtiéndose en una barrera que frena el comercio.
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