El Universal
2015-05-19
Distrito Federal— Cuando tenía 16 años, Cator estaba fastidiado de que su escuela, ubicada en Norfolk, Inglaterra, instalara programas en las computadoras para que éstas tuvieran bloqueado el acceso a Internet, con el motivo de evitar que los estudiantes bajaran canciones y jugaran en línea.
Ante dicha situación, Cator utilizó sus conocimientos en informática para “hackear” el sistema por medio de un perfil autorizado, evadiendo el sistema de control creado para los alumnos.
Jack logró evadir los filtros gracias a un servidor remoto a través de lo que se conoce como Red Privada Virtual o VPN, por sus siglas en inglés.
Sin embargo, su uso era complicado y tenía una gran cantidad de avisos publicitarios, por lo que decidió crear su propio servidor.
Su construcción le tomó una tarde. Lo nombró de una manera peculiar; Hide my Ass (esconde mi trasero).
Tal fue el éxito que tan sólo en el primer año generó más de 22 mil dólares. Esto gracias al llamado ‘marketing de asociados’, con el que Hide My Ass obtiene una comisión de los sitios de Internet cuando alguien los visita por medio de su servidor y compra algo en ellos.
Hoy, 10 años después, posee más de dos millones de clientes en el mundo y ventas que superan los 16 millones de dólares, lo que le permitió a Cator, vender su empresa a VGA en 60 millones.
Actualmente el servidor permite ingresar a sitios bloqueados desde otros países, además de proteger a sus usuarios de los piratas informáticos que quieran quedarse con la información de datos personales.