Reforma
2014-12-17
La mayoría de los municipios del país simplemente no tienen la capacidad financiera para afrontar obligaciones como su deuda o realizar un gasto público que beneficie a sus ciudadanos, concluyó la consultora Aregional.
Según los resultados de su Índice de Viabilidad Financiera Municipal (IVFM) 2010-2012, de 86 ayuntamientos evaluados en el periodo, únicamente 12 alcanzaron una calificación apenas positiva, mientras que el resto está con notas reprobatorias.
El promedio de calificación de los municipios revisados fue tan bajo, con apenas 51.9 puntos, que la consultora tuvo que modificar sus parámetros de estudio para incluir algunos ayuntamientos reprobados en su grupo de los gobiernos locales con mayor puntaje.
Así, el municipio de San Andrés Cholula, Puebla fue el mejor evaluado con una calificación de apenas 77.5 puntos, seguido de Ciudad Juárez, Chihuahua, que alcanzó los 68.9 puntos.
En el rango de los municipios "mejor" evaluados se incluyó a Acapulco, Apodaca, Solidaridad, Tlalnepantla, Irapuato y Reynosa, todos con una calificación inferior a 60 puntos.
Aregional señaló que los ayuntamientos en el grupo más elevado en su estudio cuentan con una buena fortaleza recaudatoria, gasto operacional adecuado y un endeudamiento generalmente bajo.
Sin embargo, sus calificaciones son bajas si se considera que muchos de esos ayuntamientos son capitales, ciudades grandes o centros turísticos importantes que deberían generar unas finanzas más sólidas.
La consultora destacó en particular el caso de Acapulco, cuya administración implementó medidas de racionalidad y austeridad económica, así como un programa de optimización de la plantilla laboral.
No obstante, en 2012 el gasto operativo de Acapulco continuó con una tendencia creciente, mientras que sus problemas con los déficits operativos de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado local continuaron presionando sus finanzas.
Por debajo de esos municipios, existen otros con calificaciones reprobatorias cuyas finanzas muestran resultados mixtos, en algunos casos por problemas de seguridad.
En total, fueron 30 los ayuntamientos, que aunque mostraron algunas cosas positivas, presentan problemas de viabilidad financiera.
Por ejemplo, Morelia tuvo un deterioro en su ahorro interno debido al incremento del gasto operativo vinculado con la seguridad pública, ya que el ayuntamiento comenzó a hacerse cargo de ésta en 2012.
Finalmente, Aregional subrayó que hasta el fondo de su estudio, con calificaciones inferiores a 50 puntos, se hallaron 33 municipios con bajos ingresos propios, poco control de gastos operativos, desequilibrio de sus finanzas y limitada capacidad de gasto y para hacer frente a sus deudas.
Ahí están Tonalá, Tepic, Chetumal, Tuxpan, Tultitlán, Tecamac, Zumpango, Guadalupe, Atizapán, Cuautitlán, Monterrey, Cuernavaca, Lázaro Cárdenas y Nuevo Laredo.
Muchos de esos ayuntamientos tienen ingresos elevados, pero un mal ordenamiento financiero.
"El municipio de Monterrey, Nuevo León, a pesar de que posee y a sólida estructura de ingresos propios, su recaudación local ha estado estancada en los últimos años.
"Además, su endeudamiento es elevado, siendo la tasa de crecimiento promedio real de su deuda de 7.2 por ciento y el pago de sus intereses es alto respecto a los ingresos que el municipio tiene disponibles", apuntó Aregional.
En general, los resultados del IVFM apunta a que la debilidad financiera de los municipios afecta a los más grandes y con mayor capacidad económica y se agrava en el caso de muchos ayuntamientos más pequeños.
"La realidad es que la salud de nuestros municipios es precaria", aseveró Flavia Rodríguez, directora general de Aregional.
Aunque el estudio toma datos de 2012, debido al rezago de las cuentas públicas locales que nutren el análisis, la especialista comentó que los riesgos para los municipios siguen presentes y otros más van en aumento
Tan sólo para el próximo año las elecciones intermedias representan un riesgo serio de que el mayor gasto que suelen ejercer de cara a los comicios presione aún más sus finanzas, recordó.
Asimismo, señaló que la caída en los precios del petróleo significaría una reducción en los ingresos que los municipios reciben a través de conceptos como la recaudación federal participable.