Economia

Fracasa intento de OPEP por frenar caída de petroprecios

AFP

2014-11-25

Viena— El canciller de Venezuela, Rafael Ramírez, subrayó este martes en Viena la "preocupación" de los grandes productores mundiales de crudo por el nivel de los precios del barril, que ha perdido un 30% de su valor en cinco meses.

"Hay acuerdo" de que los precios del crudo "no son buenos", declaró Ramírez, en vísperas de una esperada reunión de la OPEP, el jueves en Viena, y tras un encuentro este martes en una gran hotel de Viena con los representantes de México, Arabia Saudita y Rusia, que concluyó sin acuerdo.

La reunión, a nivel de ministros, de dos importantes países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) —Arabia Saudita y Venezuela— con dos países no miembros del cártel —México y Rusia— es algo casi inédito en la historia de esta organización fundada en 1960, y se da en el contexto de una dramática caída de las cotizaciones del barril que empezó a mediados de junio.

El retroceso de los precios continuó el martes, con el barril de Brent del mar del Norte vendiéndose a 78.53 dólares en Londres, en baja de 1.15 dólares con relación al cierre del lunes.

Esta fuerte caída del oro negro se ha producido pese a factores geoestratégicos, como la situación en Irak y Libia, que expertos auguraron en la pasada reunión de la OPEP en junio contribuiría a estimular los precios al alza.

Venezuela, que según analistas precisa desesperadamente de un petróleo que oscile alrededor de 100 dólares el barril, para hacer frente a sus necesidades presupuestarias y fiscales, defiende a capa y espada un recorte del techo de producción vigente de la OPEP, que le de un nuevo impulso a las cotizaciones.

La reunión de Ramírez con el ministro mexicano de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y sobre todo con su colega ruso, Alexandre Novak, buscaba por ello "coordinar posiciones" para presionar por un recorte de la producción de crudo, indicó a la AFP una fuente cercana a la delegación venezolana.

La reunión del martes concluyó sin embargo sin ninguna clara señal de un recorte de la producción ni de los países de la OPEP ni de los productores que no son miembros del cartel, si bien el gigante petrolero Rosneft anunció este martes que redujo en 25 mil barriles diarios su producción de crudo a causa de las "condiciones del mercado".

El director ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, que participó en la reunión convocada por Ramírez, dijo luego en un comunicado que esta reducción estaba "vinculada", entre otros factores, a las "condiciones del mercado".

La cita de la OPEP el jueves en Viena —la más importante en los últimos años— es muy esperada por los mercados, sobre todo por las tensiones y divisiones que se vislumbran entre sus miembros.

Arabia Saudita, el mayor productor en el seno de la organización, no ha revelado todas sus cartas, pero fuentes cercanas a la delegación saudita anticipan que abogará por mantener la cuota de producción al nivel actual, de alrededor 30 millones de barriles diarios (mbd).

Sin embargo, el poderoso ministro saudí del Petróleo, Ali Al Naimi, que participó en la reunión con los representantes de Venezuela, México y Rusia, mantuvo el martes el mutismo sobre si está en favor o no de un recorte, aunque el lunes reconoció, a su llegada a Viena, que el mercado "está sobreabastecido".

Pero, a la espera de la reunión el jueves, nada hace parar el debilitamiento de los precios de crudo.

"El mercado reacciona a los comentarios sobre la reunión entre Arabia Saudita, Rusia, Venezuela y México, en la que no se pusieron de acuerdo sobre una reducción combinada de la oferta de petróleo", explicó Abhishek Desphande, analista de Natixis.

Según analistas en Viena, la posición de Arabia Saudita —que hace tres semanas provocó una fuerte caída de los precios cuando anunció que rebajaba los precios del crudo destinado a Estados Unidos, al tiempo que aumentó lo que cobra a países asiáticos— tensa los mercados, que apuestan que el barril seguirá retrocediendo, hasta llegar a 60 dólares el barril, si la OPEP no envía una señal clara para apuntalar los precios.

Expertos atribuyen la posición de Riad a que el país árabe busca ampliar su cuota del mercado, y quiere llevar el precio del crudo tradicional a un punto en el que la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, que ha crecido considerablemente en el último periodo, sea económicamente inviable.

X